Sin apuros. En el largo corredor detrás del escenario se agrupaban integrantes de distintas áreas para repasar detalles de la Fiesta y también para charlar, distendidos, de otros temas.

A dos horas y media que comenzara la ceremonia de apertura del espectáculo final de la Fiesta Nacional del Sol, detrás del escenario era donde la actividad fue más intensa en todo el predio ferial. Cientos de personas que se preparaban para el momento cúlmine, aunque lejos de estar ansiosos, generaban un ambiente distendido. En una de las 4 carpas para que se cambiaran los artistas, Gabriela Luque y Matías Illanes, ayudantes de vestuario, aguardaban que llegasen los primeros para prepararse. "Muchos ya hemos trabajado en ediciones anteriores y ya sabemos con el ensayo final que todo tendría que salir como se planeó", resaltó Gabriela.

Ya maquillados, tarea que se realizó en el Centro Cívico, los artistas llegaban al predio y retiraban una vianda que consistía en un sandwich, snacks y frutas. Darío, que integraba el elenco de bailarines encargado de la presentación caracterizado de carpintero, reconocía que un poco la procesión marchaba por dentro: "Tenemos que causar impacto. Hay mucha fantasía en este espectáculo y queremos transmitirla al público", admitía el caucetero, que agregaba: "En la charla que tendremos entre todos, nos vamos a dar la fuerza para que todo surja de la mejor manera".

Cuatro jóvenes chequearon los 8.000 bastones y pulseras de luces que se repartió en el público.

En el sector que aguardaban las 19 candidatas para coronarse como la nueva reina, daba la sensación de un grupo de amigas que se preparaban para salir una noche. Casi todas con el teléfono en la mano, conectadas al Whatsapp. Jocelyn Mauro, antes de ingresar al vestuario lloraba casi desconsoladamente porque con los últimos rayos solares, concluiría su reinado. Luego de varios abrazos, Jocelyn pudo calmarse.

Los conductores repasaban el guión y la grúa comenzaba a levantar la estructura circular con el ícono de la Fiesta. El show estaba por comenzar.

Buena onda. Las candidatas a reina cantaban el estribillo "no es tan difícil que aprendas a volar", mientras aguardaban la señal para empezar a cambiarse.
Picnics improvisados. Quienes ya sabían cómo transcurre una previa, llevaban mantas o almohadones para sentarse en el piso y charlar, mate mediante.
Vestuarios. Miles de trajes colgando en largas sogas estaban ya identificados con el cartel del nombre del artista que le correspondía.

 

  • Elogios

En total 31 reinas de otras celebraciones fueron invitadas a la ceremonia, quienes también llegaron con dos horas de anticipación, ya producidas para la ocasión. La marplatense Victoria Candela, Reina del Mar, afirmó que le sorprendió para bien el nivel de organización en un acontecimiento de gran magnitud.

 

 

  • Escenario copado

Los 35 integrantes del área de utilería del espectáculo final tenían todo listo para que comience el show con 3 horas de anticipación, por lo que aprovecharon para reunirse y llevarse, en una foto, el recuerdo del equipo de trabajo que conformaron. Lo hicieron en el escenario, minutos antes que se abriera el ingreso al público.