Los barbijos. Antes de que empezara la obligatoriedad del uso del barbijo la mayoría de las personas ya circulaba por la calle con esta protección. 

A pesar de que la economía de los sanjuaninos se vio resentida, en muchos casos con graves consecuencias, y que todos debieron cambiar hábitos los 100 días de cuarentena, que se cumplen hoy, parecen haber traído algunos resultados positivos desde el punto de vista sanitario. San Juan es una de las provincias con menor cantidad de casos, de hecho, hasta el cierre de esta edición no tenía virus circulante. Según una encuesta que realizó este medio, a través de su página web el 60% de los sanjuaninos opina que la comunidad "se portó bien" durante la cuarentena, y que por consecuencia eso benefició al status sanitario local. De la encuesta participaron 7.786 personas. En este informe, DIARIO DE CUYO relata cómo la cuarentena repercutió en la economía y en algunos aspectos sociales.

En San Juan, al igual que en el país, la cuarentena comenzó el 20 de marzo. En ese momento algunas restricciones y prohibiciones hicieron que muchas personas se sintieran atadas, pero la mayoría dijo que cumplió. De hecho, en las primeras semanas la mayoría de los días hubo poco movimiento de personas; mientras que cuando algunas cosas fueron cambiando, como cuando se volvió obligatorio el uso del barbijo, la gente se mostró dispuesta a aportar su granito de arena. En la encuesta el 40% contestó que no se "portó bien".

Según personas consultadas para las notas de las siguientes páginas y algunos sanjuaninos que hablaron con este medio en la calle la conducta local fue irreprochable. La mayoría coincidió que la solidaridad fue una de las banderas que se levantaron, pues hubo médicos que atendieron gratis por internet, maestros que dieron apoyo escolar virtual y hasta psicólogos y sacerdotes que ofrecieron una simple charla para aliviar tanta incertidumbre, miedo y angustia que generó el aislamiento. "Creemos que las medidas que se tomaron fueron apropiadas. Sobre todo, al mirar que San Juan es una provincia sin virus circulante. Decidimos, como comunidad, cuidar la salud y esa fue nuestra prioridad", dijo Laura Vera referente de la Asociación de Amas de Casas. Por su parte, los economistas o personas relacionadas a la industria y comercio local también dijeron que la conducta de los sanjuaninos fue buena. "Es de reconocer que la sociedad en su gran mayoría tuvo un comportamiento ejemplar dentro de la cuarentena", dijo el economista Diego Hagman. Mientras que Dino Minnozzi de la Federación Económica, agregó: "Con respecto a los 100 días de cuarentena, es de destacar la madurez de la sociedad sanjuanina apoyando las medidas del gobierno, a pesar de la situación económica adversa que les toca atravesar".

Controles. Durante muchas semanas la Policía hizo operativos de seguridad en varios rincones sanjuaninos.

Al igual que ellos, muchas personas más coincidieron que, teniendo en cuenta algunas excepciones, a lo largo de los 100 días la mayoría de las personas cumplió con la cuarentena, se protegió y mantuvo la distancia social. "Los ciudadanos respetamos mucho las normas y creo que gracias a eso estamos bien y tenemos pocos casos", "estos 100 días serán inolvidables y habrá situaciones que nuestros nietos no creerán que pasamos, por ejemplo tener que salir todos los días con un permiso", "pasó muy rápido todo, a pesar de que la economía está desplomada", "será muy duro salir de estos 100 días". Estas fueron algunas de las frases que dio la gente en la calle, al comentar qué sensaciones les dejó este tiempo de cuarentena.

El 20 de marzo marcó un antes y un después. En ese momento las calles comenzaron a vaciarse. Los controles policiales empezaron a verse en muchos rincones de San Juan, los colectivos circularon con pocos pasajeros, y en las plazas, los juegos encadenados para que nadie los usara fueron algunas de las postales que más impactaron. A ellas se sumaron los negocios cerrados, las industrias con las persianas bajas y la Peatonal totalmente bloqueada, hasta que paulatinamente todo comenzó a volver a una extraña normalidad.

Días raros. Hubo momentos, cuando aún estaba todo cerrado, que algunas personas no cumplían. 

Desde los primeros días de abril, las líneas dibujadas en las veredas (para que la gente respete el distanciamiento al hacer filas), los carteles en las vidrieras que indican que sólo se permite el ingreso de dos personas y el uso excesivo de alcohol en gel son otras cosas más que marcaron el inicio de un momento que será imposible de olvidar. Sobre todo teniendo en cuenta que la crisis económica es tan grande que para muchos especialistas fue imposible cuantificarla. Dijeron que el impacto será inmenso y afectará a casi todos.

En 100 días de cuarentena muchas cosas cambiaron en San Juan, y en gran parte del mundo. Los chicos dejaron de ir a la escuela, los merenderos y comedores comenzaron a tener más gente que en épocas normales por la falta de dinero, muchas personas se quedaron sin trabajo y los clubes, iglesias y muchas instituciones más debieron parar sus actividades. En este contexto, las casas se transformaron en institutos de danza e idiomas, gimnasios, aulas y el punto central donde las familias confluyeron de manera histórica, compartiendo las 24 horas del día. Y a pesar de que para muchos fue una tarea titánica la mayoría cumplió.