En el lugar. El gobernador Uñac visitó ayer los asentamientos más azotados por la tormenta del domingo. El Gobierno sumó medidas de contención.

Más allá de la asistencia puntual que se venía brindando a las casi 200 familias que sufrieron la terrible inundación por la tormenta del domingo pasado en La Bebida, Rivadavia, el Gobierno ayer anunció dos ejes clave del plan de emergencia puesto en marcha: consolidarán el suelo donde estaban levantadas las viviendas precarias y que se desmoronó con el agua, e instalarán un merendero en la zona para que la ayuda alimentaria sea de tiempo completo.

Así lo dio a conocer el ministro de Desarrollo Humano, Armando Sánchez, quien se reunió ayer con un grupo de vecinos damnificados, voceros de las familias más perjudicadas por el temporal que a muchos de ellos dejó sin casa en los asentamientos Pellegrini y La Paz.

Sánchez detalló que desde hoy llevarán 50 camionadas de tierra para compactar el suelo. "No vamos a volver a reconstruir rápido sobre el bajo, por si vuelve a llover. Primero vamos a rellenar el terreno", dijo el funcionario. Agregó que "en dos o tres meses" ya habría una solución habitacional para los vecinos que quedaron en la calle.

En cuanto al merendero, el ministro dijo que es una respuesta inmediata a una demanda de los vecinos. Desarrollo Humano les dio todos los utensilios necesarios y además les provee de los alimentos para que puedan preparar desayuno y merienda todos los días, de modo de garantizar la alimentación sobre todo de los más vulnerables.