Histórico, literal. Por primera vez en la trayectoria de la sede San Juan del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), una mujer asumió su dirección. Este es el desafío de Mónica Ruiz, la flamante directora que desembarcó en un espacio de decisión que hasta ahora había sido exclusivamente de hombres. Su designación se da en conjunto con otras colegas de Mendoza, ya que junto a Mónica se nombró a mujeres en dos de las direcciones de las cinco estaciones experimentales del instituto en Mendoza. "Mi nombramiento viene a ser un remezón en las estructuras, sobre todo en el ámbito del campo, que es muy masculino, donde creo va a ser la oportunidad de aprender en conjunto y de llegar en equipo a los mejores resultados", evaluó.

Para ella, estos cambios forman parte del proceso social que se da desde hace unos años en cuanto a la visibilización de la mujer en los espacios de trabajo. De hecho en febrero del año pasado, Susana Mirassou fue la primera mujer en ocupar la presidencia del INTA. En cierto modo, un fluir que de a poco ubica a mujeres capaces en lugares merecidos. Bióloga egresada de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNSJ, Ruiz trabaja en la estación experimental de San Juan a partir de que hizo allí su tesis de grado. Luego su camino siguió un andamiaje entre la vida universitaria como profesora y su tarea como becaria en el área de investigación del instituto. Cuando se creó la carrera de Ingeniería Agronómica entre la UNSJ y el INTA, en 2005, comenzó a dictar clases para esa carrera y trabajó siempre en la gestión del departamento de Ingeniería Agronómica, de donde fue subjefa por dos periodos.

Una gran trayectoria que la llevó a pensar en un escalón más y a una definición en la que tuvo el respaldo de su madre y de su hija. "Soy mamá soltera y esto de compatibilizarlo con mi trabajo no es fácil. Cuando me decidí a concursar tuve el apoyo familiar y también el de mis compañeras de la estación, que me animaron a hacerlo", contó.

Actualmente los objetivos de Ruiz se centran en concretar algunos cambios e ideas, todo desde un lugar del trabajo conjunto. "Quiero lograr cosas y devolver con mi trabajo la confianza de quienes me pusieron en valor y que me consideraban, sin ser yo conciente de ello", culminó.

"Creo que la mujer en el campo tiene una mirada distinta sobre la actividad, en cuanto a la planificación sobre todo, y eso definitivamente se plasma en el hacer concreto". 

"Para concursar a este puesto en el INTA hice un balance, supongo que es lo que hacemos las mujeres que tenemos familia, y eso es importante cuando se conjuga con lo profesional".

"Los espacios de decisión que muchas mujeres ocupamos hoy en varios ámbitos son el resultado de quienes nos antecedieron y ha de ser nuestro compromiso para las que vienen".