El gentío y el bullicio volvieron a ganar el microcentro sanjuanino, tras el fin del confinamiento estricto que dispuso el Gobierno nacional y la puesta en marcha de las nuevas medidas decretadas por el Gobierno sanjuanino para frenar el avance de la pandemia y que son un tanto más flexibles. En este contexto se pudo ver a los colectivos con muchos asientos vacíos, mientras que en las tiendas hubo filas de personas esperando para poder realizar sus compras. En ambos sectores se destacó la falta de quejas de parte de la gente y el respeto del protocolo tanto en los medios de transporte de pasajeros como en el comercio.

Maximiliano Lancioni dijo que se "preparó mentalmente" para vivir un día complicado por el descontento de la gente. Pero se equivocó. En cuatro horas de trabajo no recibió ninguna queja ni tuvo que dejar a nadie varado. Es chofer de la línea 35, de la empresa La Marina, que como los demás que se desempeñan en el transporte público de pasajeros, ayer tuvo que aplicar la nueva medida oficial contra la pandemia y que implica que este servicio sólo está habilitado para pasajeros sentados (nadie puede viajar parado). "Todo está muy tranquilo. Hasta ahora no he tenido que dejar de llevar a nadie por falta de asientos libres. En más, creo que en toda la mañana hubo un 30% de asientos libres. Creo que no hay tantos pasajeros porque los chicos no van a la escuela", dijo el chofer.

Lo mismo opinó Miguel Recabarren, que maneja la línea 26B de la empresa Mayo. "Me sorprendió lo tranquila que transcurrió la mañana. Me preocupé cada vez que llegaba a una parada donde había muchas personas, pensando que se iban a ocupar todos los asientos, pero no sucedió ni una sola vez. Es que esos pasajeros esperaban diferentes colectivos", dijo el joven.

Lucas Landa, chofer de la línea 6 de la empresa La Marina, dijo que tampoco tuvo que dejar pasajeros sin el servicio, aunque dijo que tuvo que enfrentar las quejas y descontento de algunos usuarios. Fue cuando les pidió que mantuvieran las ventanillas abiertas para favorecer la ventilación cruzada y prevenir los riesgos de contagio del virus. "Cuesta que la gente respete esta medida, pero lo termina aceptando", sostuvo.

Por su parte, Federico Rizo, director de Control y Seguridad del Tránsito del Ministerio de Gobierno, dijo que ayer desde temprano, los inspectores salieron a controlar que en los colectivos no viajen pasajeros parados. Dijo que en todas las líneas de las diferentes empresas que fueron controladas se respetó la nueva disposición.

El comercio fue otro de los sectores donde se respetó el protocolo, pero a diferencia de los colectivos, contó con un mayor movimiento. En la mayoría de las tiendas hubo filas de gente esperando entrar para realizar sus compras.

Limitado. En los locales comerciales se respetó el cupo del 30% de la capacidad para mantener el distanciamiento.

Apenas abrieron las puertas del local, Jorge Vásquez tuvo la misión de controlar y regular el ingreso de los clientes. Dijo que lo que más disgusto provocó en algunos fue el no poder ingresar junto a sus acompañantes. Una de las nuevas medidas que entró en vigencia ayer es que sólo una persona por familia puede entrar a los locales comerciales. "Algunos clientes prefirieron no entrar a comprar porque no los dejamos entrar acompañados, aunque la mayoría lo entendió. Hubo hasta un comprador designado, que fue el integrante de una familia elegido para que ingrese a comprar", dijo este empleado de Naldo.

En espera. La gente hizo fila y esperó por varios minutos para poder ingresar a las tiendas a comprar. 

Las filas de clientes también se vieron en los ingresos de los locales de venta de zapatos, de telefonía y de ropa, en un clima ameno, sin quejas y con satisfacción por el regreso de la actividad comercial. "Era esperable que iba a tener que hacer fila para poder comprar, pero no me molesta. Estoy feliz porque voy a poder comprar las zapatillas que necesito", dijo María Castro.