Como una kermes. La puerta del Estadio Aldo Cantoni y las calles estuvieron llenas de personas de todas las edades, hasta cerca de las 22. Todo se vivió como una gran fiesta. 

El Estadio Aldo Cantoni se vistió de fiesta, y el cruce de calle Urquiza y San Luis se transformó en un polideportivo, en el que más de 20.000 personas disfrutaron sin parar. Así, entre risas, cánticos de cancha de fútbol y banderas de todos los colores se presentó el programa deportivo Yo amo a mi Club edición 2017, que beneficia a instituciones deportivas de toda la provincia (ver página 11). Con canchas de fútbol, básquet y hockey sobre patines chicos de diferentes clubes de San Juan sacaron las chapas de deportistas y jugaron sin parar. 


Ni el frío ni la amenaza de lluvia los asustó. Algunos aguardaron en el interior del estadio, mientras se llevó a cabo el acto protocolar, mientras que la gran mayoría esperó en las inmediaciones del estadio que la fiesta del deporte comenzara. Durante el encuentro, en ese polideportivo improvisado en el medio de la calle, no hubo rivalidades.

No hubo broncas, ni cantos enfrentados. Las banderas se mezclaron como si todas representaran al mismo club y el premio al fair play fue para todos. Los chicos jugaron sin importar a qué club representaron e incluso hubo rivales históricos que celebraron los goles de sus contrincantes. En el rincón del fútbol se vieron chicos de Alianza y Unión aplaudir a jugadores de Sportivo Desamparados y Atenas de Pocito. 


El polideportivo fue lo que más divirtió. Los niños, sus papás y algunos profesores hicieron largas filas para poder competir por algún premio. Cabecear una pelota que flotaba en el aire, embocar una bocha en un aro y hasta tirar un tiro libre con una barrera de cartón y tamaño real fueron algunos de los juegos que sedujeron a niños y jóvenes, e incluso a algunos adultos. Y, aunque para muchos la jornada fue larguísima, porque estuvieron en el estadio más de 5 horas en ningún momento hubo cara de aburrimiento mientras jugaron. ‘Están re divertidos estos juegos, queremos participar de todos‘, dijo Brunela Artes de 9 de Julio, mientras que otros chicos dijeron que se querían quedar hasta el final. 


Además de las actividades deportivas, en la calle hubo un escenario donde actuó la banda sanjuanina Pijama Party, que hizo que todos bailaran y cantaran para entrar en calor. 
 

Momentos


Un gol por un premio 


En una de las canchas los chicos debían embocar la pelota entre unas puertas que se abrían y cerraban automáticamente. El que hacía el gol se ganaba una gorra o un spinner. Los chicos hicieron largas filas para poder jugar.

Con palo y bocha

Los arcos de hockey llamaron la atención en un rincón del polideportivo que montó la Secretaría de Deporte. La puntería desafió a los chicos que debieron embocar la pelota en un aro que estaba dentro del arco. 
 


De picnic en la la vereda


Todos los niños y jóvenes recibieron un vale por una hamburguesa y una gaseosa. Los equipos completos se sentaron en la vereda y en el cordón de la calle para merendar tranquilos y luego seguir con los juegos. 

En bicicleta por un pato


Pedalear a toda velocidad para poder tocar un patito que estaba colgando fue uno de los juegos que más divirtió a los más chicos. En este juego el público alentó a los competidores con aplausos y gritos, como si corrieran una carrera.