Ayer se realizó una nueva edición del maratón solidario para colaborar con los chicos que padecen cáncer. Esta vez no sólo contó con mayor cantidad de participantes, sino que nuevas familias completas se sumaron a esta prueba atlética con dos objetivos: colaborar y transmitirle el sentido de solidaridad a sus hijos. Unas 600 personas participaron de este evento organizado por Fundame (Fundación María Echenique) que ayuda a chicos oncológicos y hemofílicos. En el 2016 corrieron 500.

Sebastián Torres llegó media hora antes a la plaza de Santa Lucía, con su esposa y dos hijos. Quiso llegar con anticipación para conocer un poco cómo es la previa de este evento, ya que fue la primera vez que decidió participar en el mismo y con toda su familia. "Nunca participamos de ninguno de los maratones que hay en la provincia, pero esta vez quisimos colaborar con esta causa y decidimos correr. Es una forma de compartir un domingo diferente y de enseñarle a los chicos que siempre hay que tratar de colaborar con quienes están pasando por una situación angustiante", dijo el hombre.

En el 2003 Fundame inicia su trabajo en el Hospital Rawson. Cuenta con 50 voluntarios.

Se acercó la hora de la largada y los corredores comenzaron a agolparse frente al escenario. Marcela Varela, que fue con su marido y su hija de 5 años, no entendió el motivo de esta congregación, ya que fue la primera vez que participó de este maratón. Cuando se enteró que iba a comenzar la entrada en calor al ritmo de zumba, se instaló en primera fila junto a su familia para hacer el precalentamiento.

Tras este momento, los participantes se ubicaron detrás del arco para dar inicio a la carrera que tuvo una largada en postas. Primero largaron, en forma simbólica, algunos de los chicos oncológicos, acompañados por sus familiares y voluntarios de Fundame, ante la ovación y aplauso de todos los presentes. Luego largaron los atletas que participaron en la instancia competitiva y, por último, quienes participaron en la instancia participativa que tuvo como protagonistas a las familias.

ALGUNOS PARTICIPANTES

Para tener un día diferente

Rubén Gómez participó por primera vez en el maratón de Fundame con su esposa Graciela y sus hijos Magdalena y Faustino. No sólo quiso colaborar con la fundación, sino que además pasar un domingo diferente con su familia. "Es la primera vez que participamos juntos en una actividad deportiva y está muy bueno", dijo el hombre.

Doble sentir solidario

Pablo Larrea, médico y presidente de la Fundación Prevención de la Ceguera Infantil (izquierda) también quiso colaborar con Fundame. Corrió junto a la familia de Flavia Carrizo, su amiga, que por primera vez participó junto a Lucas Lliteras (su esposo) y a Joaquín (su hijo) en esta actividad deportiva.

Con apoyo logístico

Jorge Nome tiene una fractura en la pierna derecha, pero igual quiso estar presente en el maratón de Fundame. No corrió, pero fue a alentar a Paola (su esposa) y a Santino (su hijo) que por primera vez participaron del evento. Corrieron junto a otra familia amiga que también debutó en este evento.

ALGUNOS DETALLES

Hidratación y energía

Los organizadores del maratón instalaron puestos de hidratación en diferentes puntos del recorrido, pero el más importante estuvo en la plaza de Santa Lucía donde fue la largada y la llegada. Allí hubo agua, frutas y golosinas gratis para los atletas.

Solidaridad por dos

Alumnos de 5to año del Colegio Santísimo Sacramento, de Rivadavia, no sólo pagaron los 100 pesos de inscripción para participar del maratón, sino que también le donaron a Fundame barbijos, alcohol en gel, lavandina y pañales.

Colaboración privada

Varios comerciantes de la provincia se sumaron al maratón de Fundame. No corrieron, pero sí donaron diferentes productos, desde pulseras hasta un gimnasio para bebé, para el sorteo que se realizó entre los participantes.

Reconocimiento oficial

El Concejo Deliberante de la Municipalidad de Santa Lucía declaró de Interés Municipal al Maratón de Fundame. El evento además contó con la presencia del intendente santaluceño, Marcelo Orrego, que usó ropa deportiva, pero no corrió.