Nueva vida. Carmen Nievas atiende a pacientes de todo el país: a su lado,Gerónimo Guardia, el primero de todos, luego el marplatense Daniel Lacroix, la jachallera Florencia, y Juan Jelves, de Las Grutas. Atrás Cristian Herrera y su padre, de Mayor Buratovich, Bs As. El objetivo que tienen es "Amputación Cero'.


La cirujana cardiovascular Carmen Nievas tiene un objetivo al que tituló "Amputación Cero' y el primer grupo de pacientes que, repentinamente para ellos, pudo evitar perder un dedo, pie o directamente un miembro inferior, está dispuesto a divulgar su situación para que se conozca el tratamiento en todo el país.


Quienes tienen las arterias obstruidas o dañadas de las rodillas hacia abajo (los casos más comunes son por las secuelas de diabetes y tabaquismo) pueden pasar por la traumática experiencia de la amputación. Nievas, que regresó a San Juan luego de haberse especializado en Brasil, Alemania y Francia, realiza una intervención quirúrgica llamada revascularización transmuscular con láser (RTML) e inmediatamente el paciente comienza con una rehabilitación cardiovascular intensa, que desarrolló el equipo de la clínica, Cencor, basandose en un modelo neurológico, de especialistas cubanos. El pasado 1 de febrero, Gerónimo Guardia, de 86 años, fue el primero en realizar el tratamiento. Por fumar 80 cigarrillos por día por más de 40 años hubo duras secuelas. No podía caminar y el dolor en las piernas era tan sostenido como insoportable. Hoy, sube escaleras como si nada y disfruta recorrer su finca en Santa Lucía.


Jorge Jelves vive en Las Grutas, tiene 56 años y por la diabetes ya había perdido dos dedos del pie derecho y debía afrontar que iban a mutilar todo el miembro inferior derecho. "El traumatólogo conocía a la doctora Nievas y me sugirió que hiciera una consulta. Hoy siento como un compromiso que todas las personas sepan de este tratamiento", afirmó en una nueva visita a San Juan para realizarse un control. Y de una publicación suya en las redes sociales, fue que Cristian Herrera -31 años, diabético- vino a San Juan desde la localidad bonaerense de Mayor Buratovich, cuando ya le habían comunicado que debían cercenarle el dedo gordo del pie derecho. Herrera, ansioso porque faltaba un día para recibir el alta, recordó que pasó de estar acostado con el pie en alto, pensando todo el día como sería su vida, a estar 8 horas en un gimnasio, que corresponden a la rehabilitación. Y ahí saltan las bromas por "el sacrificio' que significa el tratamiento.


Y el último en sumarse a la charla en el consultorio de 25 de Mayo pasando Rioja fue Daniel Lacroix, un marplatense de 62 años, internado en el Hospital Británico de Buenos Aires, quien decidió consultar en San Juan para ver si evitaba otra amputación. Como eran sus primeros días de tratamiento, todavía se le cortaba la voz cuando fue relatando lo que consideraba un destino muy oscuro y ahora, una oportunidad de volver a una vida que creía pasada.

 

>>  PROTAGONISTAS

 

- GERÓNIMO GUARDIA   San Juan

Cuando conocí a la doctora, no podía caminar. Sentía mucho dolor en las piernas aún en reposo, no podía dormir. Me operó y fui recuperándome lentamente, pero llegamos al fin. Ahora me siento mucho mejor y estoy muy agradecido con ella.

- JORGE JELVES   Las Grutas - Río Negro

Lo mínimo que podemos hacer lo que vivimos esta experiencia es difundir. El día que me dieron el alta médica acá, tenía turno para la amputación del miembro inferior derecho. Los médicos de todo el país deben saber que hay una alternativa a la amputación.

- CRISTIAN HERRERA   Mayor Buratovich - Buenos Aires

Venía acá con la esperanza que solamente tuvieran que amputarme el dedo gordo del pie derecho y no perder toda la pierna. Hoy veo que puedo regresar a una vida totalmente normal. No veo la hora de regresar a mi casa y jugar a la pelota con mi hijo.

- DANIEL LACROIX   Mar del Plata - Buenos Aires

Como tendría el dedo del pie, que no me dejaron subirme al avión para viajar a San Juan y tuve que hacerlo en colectivo. Ahora estoy en tratamiento y el sólo hecho de ver que llega la sangre al pie... solamente quienes pasamos por esta situación me entienden.