Camila García tiene 22 años y el jueves por la noche sumó un título más a su vida. Fue electa Embajadora de Rawson para la Fiesta Nacional del Sol. Es payamédica, practica kick boxing y el mismo día de la elección se recibió de Profesora en Ciencias de la Educación. Tras ser electa habló sobre sus sueños y de lo que hace falta para que haya una evolución en materia educativa.

-¿Por qué elegiste la carrera de Profesorado en Ciencias de la Educación?
-Porque me apasiona todo lo que tenga que ver con la educación de la personas. Y porque esta profesión tiene un amplio campo laboral. Un profesor de Ciencias de la Educación puede trabajar en instituciones de nivel secundario y superior, integrar los gabinetes interdisciplinarios y también abocarse a la investigación. Todo esto te permite conocer la realidad en materia educativa y los cambios que hay que lograr.

-¿Qué pensás que le hace falta a la Educación en la provincia para lograr una evolución?
-Creo que a nivel país hace falta una educación acompañada por el Estado con políticas públicas y sociales que garanticen que el chico ingrese a la escuela y pueda completarla en tiempo y forma. Pienso que para que la Educación evolucione falta más seguimiento del alumno por parte del Estado. Ver por qué desertó y buscar la forma de reincorporarlo al sistema. Yo tuve la suerte de poder terminar los estudios en tiempo y forma, principalmente por el apoyo de mi familia.

-¿Tuviste muchos compañeros que se vieron obligados a abandonar los estudios?
-Lamentablemente sí. Cuando ingresamos a cursar la carrera éramos 74 alumnos, y el jueves pasado sólo 4 nos recibimos, y muchos desertaron en el camino. Es doloroso ver esta situación. Y es en estas realidades donde también hace falta más compromiso de las instituciones educativas con los alumnos. Ser profesor no debería ser una profesión que termine fuera del aula, sino una que trascienda a la comunidad. En estos tiempos que corren los chicos necesitan verdaderamente estar acompañados por las problemáticas sociales por las que atraviesan como los abusos y las drogas. Estos temas deben dejar de ser tabú para hablar sobre ellos y no buscar soluciones cuando es demasiado tarde.

-¿La Educación Sexual Integral es uno de estos temas tabú?
-Sí. Es necesario que los padres entiendan que cuando se habla de la ESI no se está hablando sólo de sexo, sino de todos los aspectos de la persona. Hay muchos conceptos errados, sobre todo cuando se hable de ideología de género. Es necesario que se aclaren dudas. Yo no tuve ESI en la secundaria, pero siempre conté con la contención de mis padres que me enseñaron y aconsejaron sobre estos aspectos. De ellos heredé la pasión de educar.

-¿Qué otras características heredaste de tus padres?
-La cultura del trabajo, la humildad y la solidaridad. Formé parte de diferentes organizaciones de ayuda y hasta me convertí en payamédica luego de hacer el curso. Aunque esta decisión la tomé por algo muy personal, tras estar 3 años con muchas complicaciones de salud. Recuerdo que la primera vez que me internaron era mi cumpleaños y los médicos me cantaron el feliz cumpleaños. Eso me reanimó y le arrancó una sonrisa a mi mamá, ahí entendí lo importante de llevar alegría y contención a los enfermos.

-¿Ahora que sos embajadora y comenzás a transitar la FNS vas a continuar con tu labor solidaria?
-Por supuesto. Uno de mis sueños es abrir una fundación para contener, desde lo social hasta lo educativo, a los niños y a sus padres porque la familia es la base para una niñez saludable y feliz. Lo digo por experiencia propia.

-¿La práctica de kick boxing también contribuyó a tu crecimiento personal?
-Por supuesto. Con este deporte aprendí a trabajar la autoestima y la confianza en mí misma, y a superar muchísimos miedos porque subir a un ring a pelear es una experiencia bastante fuerte. Estoy muy enamorada de este deporte y eso se lo debo a mi profesor, Lucio Roselot, que siempre me repetía “vos sos la mejor”.