Desde que tienen uso de razón, recuerdan que su papá y su mamá trabajaban duro, desde las 4 de la mañana. Si bien eso a ellas en un principio les molestaba, porque debían acostarse todas las noches muy temprano, hoy hacen lo mismo que sus padres. Montaron dos puestos de venta de café en las estaciones de transbordo de la Red Tulum. Todo, para conseguir "el mango diario" y poder darles lo mejor a sus hijos. Ellas son Mariana y Carla Cuello, dos hermanas de 24 y 25 años, que con el inicio de la Red Tulum vieron la posibilidad de tener un trabajo y ya llevan una semana haciendo esa tarea.

Las hermanas Cuello vienen de una de una familia "cafetera", como ellas la definieron. Es que su abuelo empezó hace muchos años vendiendo café en la Terminal de Ómnibus de la Capital y ese trabajo después fue heredado por su padre. "Mi papá empezó con un termo y un canasto y hoy hasta tiene una pequeña panadería donde hace todas las cosas que vendemos. Él nos da las tortitas y las medialunas y nosotras después se las pagamos", dijo Carla, que es mamá de un bebé de 3 meses y que vende en la estación Córdoba. Mientras que su hermana, que vende en la estación Mitre, comentó que antes de que funcione la Red Tulum ya habían pensado montar sus puestos, porque sabían que muchos choferes ya no iban a poder comprarle a su padre en la Terminal de Ómnibus porque ya no llegan todos hasta ese destino.

"Pensamos que era una buena opción para tener nuestro propio trabajo. Mi papá se quedó en la Terminal y nosotras armamos estos puestos", agregó la menor, que tiene una nena de 2 años y comentó que ellos empiezan a trabajar a las 5 de la mañana, cuando pasan a retirar toda la comida que venden.

En la Estación Córdoba. Carla Cuello es la mayor de las hermanas y ella tiene su puesto en la terminal ubicada detrás del Teatro del Bicentenario.

Las hermanas trabajan hasta cerca del mediodía y son populares entre los choferes. Es que desde chicas ayudan a su padre. "Mi papá nos enseñó la importancia de trabajar y nosotros ahora lo aplicamos de esta manera. Hace tiempo que buscamos trabajo y no conseguíamos y esto es lo que sabemos hacer. Desde chicas ayudamos. Yo terminé la escuela en la noche para poder ayudar en el día en el puesto de la terminal", dijo Carla, y su hermana comentó que ella iba a clases en la mañana y era la encargada de atender el puesto los fines de semana, para que el resto de la familia descansara.

"Es un trabajo digno, lo hacemos con mucha responsabilidad y hasta tenemos hechos los cursos de manipulación de alimentos. Somos una familia que se gana la plata trabajando y eso queremos enseñarles también a nuestros hijos", agregó Mariana y dijo que les va bien en estas estaciones, pero que pasaron días en los que sólo vendieron 3 cafés. "Pero vamos a seguir, con amor y vendiendo todo casero. Todo hecho por los Cuello", concluyó su hermana.