Sanjuaninos. Mauricio Barón, chef invitado para la ocasión, y Javier Labaké, uno de los organizadores, aportaron lo suyo para que se batieran dos récords.


La fiesta fue completa el domingo por la noche en el porteño Obelisco. Y entre el medio millar de personas que festejaban porque la comitiva del Guinness World Records reconocía que se habían establecido las dos nuevas marcas, dos sanjuaninos eran el claro ejemplo de lo que se disfrutaba en ese equipo de trabajo, mientras medios de todo el mundo transmitían la novedad.

La mayor producción de pizzas, listas para comer, elaborada por un equipo durante 12 horas, tenía nuevo registro, con las 11.287 unidades avaladas por la fiscalización. Y lo mismo sucedía con las empanadas, que fueron 11.427 de jamón y queso, preparadas durante 8 horas, listas para hincarles el diente.

Y así fue que en todos los portales del país se difundió la noticia y también el mundo fue sabiendo de semejante trabajo. La Asociación de Propietarios de Pizzerías y Casas de Empanadas (Appyce) fue el organizador de la iniciativa y fue recopilando también cómo las imágenes en la carpa eran difundidas en los países del continente, y cruzaban los océanos para que se enterasen personas de Vietnam, España, China, Ucrania, Japón y Rusia. Eso fue el principio, de las repercusiones, que se dieron en todos los continentes. La pizza y las empanadas tienen una nueva marca y se hizo en Argentina.

En el megaoperativo estuvieron involucrados dos sanjuaninos. Uno cumplió un papel clave en la organización. Es Javier Labaké, director de maestros pizzeros en Appyce, quien no ocultaba su satisfacción, a pesar del cansancio acumulado en los últimos días. Es que en los preparativos previos al domingo de la producción, la intensa lluvia alteró el plan de tareas previstas, como el corte de suministro eléctrico, que obligó a buscar generadores. "Es largo y difícil de explicar en palabras, pero es puro orgullo de ser parte de un gran equipo. Argentina está en lo más alto del mundo de la pizza y la empanada", confesaba un eufórico Labaké, quien a pesar que en su infancia se fue a vivir con su familia a Buenos Aires, nunca perdió el contacto con los otros lazos que quedaron en la provincia.

Dos marcas. Fueron 11.287 pizzas, en 12 horas, y 11.427 empanadas de jamón y queso, en 8, las que produjeron un equipo aproximado de 250 personas para llegar a batir los dos nuevos récords reconocidos por Guinness.

Y así fue que en la preparación, Labaké contactó a Mauricio Barón, para que fuese uno de los chefs invitados para integrar el equipo de 250 personas, que después de los preparativos del sábado, comenzó a las 8 del domingo con la producción de pizzas y empanadas. "Nos dividimos en dos turnos y en cada uno sacábamos de 180 a 300 pizzas por turno. Cuando faltaban dos horas para completar el tiempo, ya veíamos que la marca se iba a batir. Es que además que funcionó muy bien la logística, en los turnos de descanso buscábamos cómo poder ayudar en lo que hacía falta en algún sector. La verdad es que fue genial haber vivido esta experiencia", comentó Barón.

Las pizzas se vendían a 100 pesos y la docena de empanadas, a 150.

Lo recaudado se destinó a la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA) y la Fundación Leandro Olmos.