Referente. El Servicio de Oftalmología del Hospital Marcial Quiroga atendió a 396 pacientes de este mal en los últimos 12 meses, casi el doble de lo que hizo hace 2 años.

En el servicio de Oftalmología del Hospital Marcial Quiroga acusan que uno de los coletazos de la diabetes, específicamente la retinopatía diabética, ha crecido notoriamente en sus consultorios, con el agregado de que un buen número de casos podría haber sido detectado con mayor anticipación.

Esta enfermedad surge porque los altos niveles de azúcar en la sangre afectan a los vasos sanguíneos posteriores al ojo, afectando a la retina. Entre los primeros síntomas, aparece la visión borrosa y una rápida detección significará que con controlar el nivel de azúcar, la afección no progresará. Pero si el paciente "no se hace cargo", la ceguera puede ser completa. Las estadísticas del nosocomio sanjuanino indican que de octubre de 2016 a octubre de 2017, trataron a 201 pacientes por esta patología, mientras que de octubre de 2018 a la fecha, transcurrieron 396 pacientes. O sea que en dos años el incremento fue del 94%, prácticamente se duplicó.

El jefe de Clínica del Servicio de Oftalmología, Juan Campayo, afirmó que "esto es una consecuencia directa del poco o mal control de la enfermedad. Por ejemplo, se maneja a nivel internacional que este mal aparece en las personas aproximadamente a los 10 años de haber sido diagnosticada con diabetes, pero nosotros notamos acá muchos casos en que se desarrolla bastante antes".

Por eso es indispensable que todo paciente con diabetes se realice un "fondo de ojos" para detectar antes la complicación. Y según el resultado de la exploración será recomendable reiterarlo periódicamente, con intervalo promedio de 1 vez por año.

Campayo enfatizó que "la cantidad de casos aumenta y cada vez vemos más pacientes con un estado avanzado de la enfermedad. Es importante hacer un fondo de ojo y fundamental por supuesto controlar al diabetes. La enfermedad no se puede curar, pero si se toma la enfermedad en serio, hay cambios positivos".


Preocupante

La retinopatía diabética ocupa el segundo puesto a nivel mundial, detrás de las cataratas, respecto a la cantidad de personas que padecen ceguera, entre las causas que podrían haber sido evitadas. Para el año 2050 podría haber más de 700 millones de personas con discapacidad visual y ceguera en todo el mundo.