Uno de los voluntarios que formaron parte de la campaña 2001, Rodolfo Lomascolo, siguió muy de cerca a Ricardo Martínez con su cámara fotográfica y captó, paso a paso, el momento exacto del hallazgo de la cabeza del ancestro de todos los lagartos, sin imaginar siquiera la importancia de testimonio histórico que adquiriría luego esa secuencia de imágenes. La expresión en el rostro del paleontólogo lo dice todo.