En los momentos más dramáticos que un ser humano puede vivir, como lidiar con la muerte, la Virgen de Luján fue una luz y fuente de fe para los soldados católicos que combatieron en Malvinas. La imagen de la llamada Madre Malvinera estuvo en los bombardeos a Puerto Argentino, en el frente de combate y en las trincheras le celebraron misa, pero al final de la guerra le perdieron el rastro. Casi 40 años después fue hallada en Gran Bretaña, que la devolvió a Argentina y desde entonces la Virgen de Malvinas recorre el país. El 5 de junio llegará a San Juan y por eso el Arzobispado prepara procesión y misa, para darle la mejor bienvenida.

La historia de esta imagen de la Virgen bien podría estar en una película. El 9 de abril de 1982, el capellán mayor de la Fuerza Aérea Argentina la trasladó a las islas en un Hércules. El objetivo: acompañar y proteger a los soldados. La entronizaron en Puerto Argentino y el 8 de mayo sacaron la imagen en una extensa procesión, ya que fue llevada a las distintas posiciones de los soldados. En el frente de combate, fue un soporte de fe invaluable para los héroes.

Al concluir la guerra, un capellán inglés encontró la imagen y la llevó a su país. Durante 37 años, la Madre Malvinera estuvo entronizada en la catedral San Miguel y San Jorge, en la Aldershot. En Argentina nadie sabía de esto, hasta que más de tres décadas después, un grupo de fieles de Quilmes investigó y dio con la imagen. Entonces intervino el obispo castrense Santiago Olivera; quien contactó a su par del Reino Unido, monseñor Paul James Mason.

El 30 de octubre de 2019, la imagen fue entregada por Gran Bretaña en una emotiva ceremonia en el Vaticano. Ambas diócesis establecieron que la imagen de la Virgen recorrería toda la Argentina, para curar heridas y transmitir consuelo.

La Madre Malvinera llegará a San Juan el 5 de junio y el sacerdote Carlos Lazo, del Arzobispado local, indicó que a las 17 le harán una procesión, mientras que a las 19 se realizará una Santa Misa en la Catedral.