Los miembros de la Asamblea Universitaria deben ratificar o rechazar el miércoles la resolución que dispuso la prórroga de los mandatos de todas las autoridades de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) hasta que pase la situación de fuerza mayor generada por el coronavirus. Y entre algunos asambleístas reina el malestar por, entre otros puntos, la forma en la que se llevará a cabo la sesión, en la que no se permitirá otro tipo de sugerencia, dado que hay un cierto rechazo a la falta de un límite de tiempo a la extensión de los períodos. Fuentes universitarias señalaron que la convocatoria está incompleta, dado que no se dejó previsto el tratamiento para la modificación o suspensión de un artículo del estatuto que establece que las autoridades electas asumirán el 1 de julio, cosa que no sucederá por la suspensión de los comicios. Todo eso desata dudas y, por otro lado, se habla hasta de una votación ajustada, con la presión de la acefalía si no hay un acuerdo.

Todo tiene su origen en la sesión del Consejo Superior del 1 de junio, en la que se impuso, con 21 votos, la moción que avaló el rector Oscar Nasisi, la cual consiste en la prórroga de los mandatos hasta que finalice la causa de fuerza mayor por la pandemia. La postura que quedó en minoría (con 11 votos) fue la que encabezó la vice Mónica Coca (candidata al sillón de la UNSJ), quien propuso una extensión hasta el 2 noviembre, aunque con la posibilidad de modificar la fecha si la situación sanitaria impidiese la realización de la elección previamente. Coca y su espacio no ven con buenos ojos que se estiren los períodos de las autoridades sin un tope temporal, aunque la terminarán acompañando para preservar la institucionalidad de la Universidad.

Con la moción ganadora, Nasisi convocó el 8 de este mes a la Asamblea Universitaria (el máximo órgano de la UNSJ) para que la ratifique. Es decir, para que se avale la prórroga de mandatos hasta que cese la situación de fuerza mayor, pero las fuentes indicaron que en ningún lado del llamado se dejó plasmado el cambio al artículo 200 del estatuto universitario. El texto señala que "todas las autoridades electas asumirán el 1 de julio". Como se suspendió el calendario electoral, no hubo comicios, ergo, no habrá nuevas autoridades que tomen posesión de sus cargos, por lo que debe modificarse el artículo y dejar sentada la posibilidad de no cumplir con tal fecha ante una situación de emergencia como la actual. Si no se hace el retoque, se incumplirá con el estatuto, explicaron las fuentes.

Como en la convocatoria no se fijó este último punto, surgieron los interrogantes. Para algunos, el tema debe tratarse sí o sí, pero ¿cómo y cuándo si no está contemplado en el orden del día? Habitualmente, la Asamblea es convocada por el rector o el Consejo Superior con una antelación de 10 días, cosa que no se podrá hacer después del miércoles porque sencillamente no dan los plazos porque la fecha límite es el 1 de julio. La alternativa que se vislumbra es que la propia Asamblea se autoconvoque para definir ese eje el mismo miércoles o antes del tope. Por otro lado, la modificación del estatuto requiere de una mayoría calificada (los dos tercios de los votos). Pero como tal cambio necesita de un planteo elaborado con tiempo, hay algunos que analizan que lo conveniente sería la suspensión del artículo 200, un mecanismo que no está previsto. A eso se le suma el malestar de los asambleístas que no comparten la moción que se tratará y lo cerrado de la discusión, por lo que se habla de una votación apretada.