‘¡Buenas noches San Juan!’, dijo Rodrigo Tapari dando inicio al espectáculo central de la segunda jornada de la Feria Nacional del Sol. Con las manos en alto y cantando ‘Porque vos, se nota que no me querés... se nota que ya no hay amor, entonces ya no hay más que hacer... y yo me dedico al alcohol’, miles de espectadores saltaron y bailaron el hit ‘Una cerveza’ del renovado y aún vigente grupo Ráfaga. Para muchos, fue un recital con un tono nostálgico, ya que la banda interpretó sus mejores clásicos que lo lanzaron a la fama y que rememoraron los buenos tiempos. Aunque sin la voz del icónico Ariel Pucheta, Ráfaga está más vivo que nunca y lo demostró en la noche del miércoles cuando sacudió a la multitud que no paró de agitarse. Tapari fue un auténtico conductor de la fiesta que generaba, animó en todo momento. Con un look fresco y juvenil, así como a todos los integrantes del tándem, el cantante se ganó rápidamente la admiración de grandes y chicos. Pero no estuvo solo, ya que lo apoyaba Ulises Estanislao Piñeyro en las locuciones: ‘Es la primera vez que estamos en la Fiesta del Sol, más que agradecidos estamos y queremos mucho quilombo...’, así intervino el músico durante la presentación. En la misma sintonía, Rodrigo dijo: ‘estar pisando este escenario es más que un sueño cumplido en más de 20 años de historia del grupo. El amor, el respeto y el cariño que queríamos estar ahí y sentir lo que sucede en esta Fiesta del Sol. Es una bendición’. 


De esta manera, la fiesta entró en acción y por supuesto, no faltaron los temas inolvidables como ‘Agüita’, ‘Maldito corazón’, ‘Chiquilina’, ‘Mentirosa’, ‘Tonta’, ‘No te vayas’ y ‘Luna’, entre otros. 


Pero hubo un momento especial, donde Rodrigo se alejó y le cedió el centro de la escena al guitarrista Ariel ‘Richard‘ Rosales. El único de los integrantes con el pelo largo conservando todavía el look noventoso que lo caracterizó al grupo en sus tiempos de ‘Soplando fuerte’ e ‘Imparables’, hizo una sorprendente zappada de metal rock con la interpretación del ‘Aurora’ que apabulló a todos. El violero se llevó el aplauso unánime tras su soberbia actuación. Y al final, el broche de oro lo dio Luciana, la pequeña hija de Rodrigo Tapari, que subió al escenario a pedido del padre y se despidieron en una tierna interpretación del hit ‘Una cerveza’. El vocalista agradeció al público por el apoyo recibido y afirmó que: ‘Esta fiesta quedará en la historia de Ráfaga para siempre, que Jesús los bendiga’.