La segunda visita. DIARIO DE CUYO estuvo en la casa de la familia Melián por segunda vez. La chica todavía guarda el recorte de la nota que se le hizo cuando acababa de ser electa reina del Carnaval.

Ser reina fue mucho más que portar una corona durante todo un año. Le ayudó a creer en ella, a subir la autoestima y a sentirse reconocida cada vez que sale a la calle. Para Jennifer Melián, la chica con síndrome de Down que en 2017 fue coronada como la soberana del Carnaval de Angaco. A punto de entregar la corona, la familia de la chica y ella misma consideran que fue el año más importante. Al cierre de esta edición se realizaba la primera noche del Carnaval de Angaco 2018 (ver aparte).

"Soy muy feliz". Esta es la frase que repite una y otra vez Jennifer. La chica tiene 17 años y habla poco, pero hay palabras que sabe de memoria y que no se cansa de decir. "Soy la reina de Angaco", le dice a sus vecinos, a la gente en el almacén o a sus compañeros en la escuela. Para ella, este fue el mejor año. Es que haber sido elegida entre varias candidatas como la persona representante de la fiesta popular que hoy convoca a más gente en el departamento, la llenó de optimismo. "Le cambió la vida. Tiene la autoestima más alta y no se siente tan diferente. Esto sirvió para que ella entienda que puede hacer todo lo que se proponga", contó su mamá Rosa, apoyo incondicional de cada cosa que hace Jenni.

Más coqueta que nunca, se prepara para posar en su última foto como reina. Esta noche se hará la elección y será el momento en que entregue sus atributos a la próxima soberana del Carnaval de Angaco.

Jenni todavía guarda como un preciado tesoro, el recorte de la nota que DIARIO DE CUYO le hizo hace exactamente un año. Recién había sido electa reina y no caía de su asombro.

La chica, que vive en el barrio Dos Acequias, de San Martín, se candidateó luego de recibir el apoyo de todos sus vecinos. No dudó en participar de la compara del barrio y subió al escenario con tanta seguridad que la gente no dudó en elegirla como la reina 2017.

Jenni es la menor de 12 hermanos y la más mimada. En su familia todos coinciden que lo que le pasó la ayudó a levantar la autoestima y a entender que la gente la quiere más allá de las diferencias.

La chica es buena alumna y muy coqueta. Va a la escuela Belén de la Frontera, le gusta el folclore, pero también escucha otra clase de música. Cuando fue electa, lució un vestido celeste que también se puso para posar en la foto que le tomó DIARIO DE CUYO un día después. La misma prenda que se puso para su cumpleaños de 15.

Esto fue luego de bailar y encabezar la comparsa del barrio que la vio crecer y cuyos integrantes la animaron para que se candidateara. Fue su espontaneidad y simpatía lo que conquistó al jurado hace un año, en la fiesta más grande que se hace en el departamento, por calle Nacional.

"Para toda la familia este fue un año importante. Cada vez que la saludan por la calle, ella dice que es la reina de Angaco. Fueron momentos felices e inesperados. Y sirvieron para que vea que puede hacer cualquier cosa", contó Rosa.

Jenni tendrá que dejar sus atributos de reina esta noche, cuando en el marco del cierre del Carnaval de Anagaco, se corone a la nueva soberana.