Como todos los años, los chicos llegaron en grupo y entusiasmados en participar de la Jornada Arquidiocesana de la Juventud, pero no pudieron ingresar al lugar donde se estaba desarrollando sin antes pagar prenda. Primero tuvieron que bailar y cantar antes de ingresar al Estadio Aldo Cantoni, prueba que nadie pudo evadir.

La jornada, organizada por la Pastoral de la Juventud, contó con la presencia de arzobispo, Jorge Lozano, y del Nuncio Apostólico del papa Francisco en Argentina, monseñor Emil Paul Tscherrig quien fue en encargado de dar la bendición para el inicio de este encuentro.

El grupo Emaus fue el encargado de darles la bienvenida musical a los jóvenes. Les preguntaban a qué parroquia representaban e inmediatamente les cantaba una canción con el nombre de la parroquia incluida. Mientras, los jóvenes tenían que bailar al ritmo de la misma. El fundamento de esta iniciativa fue generar alegría y entusiasmo antes de que comenzaran las jornadas.

Una vez que se dio inicio al evento, los chicos se toparon con otra actividad novedosa. Tuvieron que participar en juegos destinados en fomentar la confianza, la amistad y la lealtad, entre otros valores. También tuvieron que hablar sobre los miedos, sueños y expectativas de vida que tiene cada uno.