La devoción por la Difunta Correa es, si se quiere, una de las tradiciones más fuertes de la provincia, que logró trascender las fronteras locales e hizo que sea venerada en varias partes del mundo. Inquebrantable y sin tiempo es el amor que tienen los fieles de Deolinda Correa. De hecho, ver la gente caminando de manera sacrificada hasta el paraje, dejar sus donaciones en modo de agradecimiento o subir de rodillas las escalinatas del oratorio ubicado en Caucete son imágenes que se repiten desde la década de 1960. Esto, a pesar de que se considera que desde 1940 la tumba de la Difunta Correa, que es donde supuestamente fue hallada muerta con su hijo vivo, es un lugar santo. 

De camino al paraje. Los peregrinos caminando rumbo a la Difunta Correa es algo que sucede desde la década del '60. Esta imagen fue tomada en 1987.


De generación en generación, los sanjuaninos veneran a la Difunta Correa. Esto hizo que el paraje de Vallecito año a año comenzara a crecer en espacio y servicios. De hecho, hoy es un punto turístico, que ofrece hasta visitas guiadas y bicicleteadas por diferentes puntos del oratorio y es, como desde hace años, una parada obligatoria para los camioneros que son quienes hicieron pequeños altares en honor a ella, a lo largo de las rutas del país.

Devotos. Históricamente los devotos a la Difunta Correa copan el paraje para Semana Santa y otras festividades religiosas. 


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kilómetros hay que recorrer desde la Ciudad de San Juan para llegar hasta el oratorio de la Difunta Correa. En el camino es habitual ver a los fieles caminando por la senda del peregrino. 



Epicentro de grandes eventos

El oratorio de la Difunta Correa no sólo es el punto de encuentro de los devotos, sino que debido a la importancia que tiene en la provincia se convirtió a lo largo de los años en un lugar donde se realizaron grandes eventos. La Cabalgata a la Difunta Correa es uno de los festejos más convocantes que se desarrollan en Vallecito. Además, en esta zona de Caucete, y en honor a Deolinda, se realizaron durante años carreras de ciclismo, mountain bike, competencias de trekking, el Clásico Difunta Correa de Enduro y la Posta Atlética a la Difunta Correa, entre otras actividades. 

En pandemia. El oratorio estuvo meses cerrado en medio de la pandemia. Cuando volvió a abrir, los protocolos fueron muy estrictos porque recibían a miles de fieles. 
Filas. Esperar para tocar la imagen de la Difunta Correa es algo que se repite durante casi todo el año. Sobre todo los fines de semana, cuando el sitio es más visitado. 


Visitas

Semana Santa es la fecha en la que la Difunta Correa recibe la mayor cantidad de fieles. Sin embargo, el paraje tiene visitantes durante todo el año. Para Semana Santa los fieles caminan desde la Ciudad para agradecerle o pedirle un favor.