Hoy en día, para evaluar el rendimiento de un procesador, no solo hay que tener en cuenta la velocidad del procesador, sino su arquitectura en bits, el bus y las memorias caché.

Es decir que cuando se comparan arquitecturas diferentes (ej: Pentium 4 vs. Core 2 Duo/Quad vs. Athlon64 vs. Phenom/Phenom II) los GHz no son sólo el único indicador de rendimiento.

El FSB

FSB es el Bus de la Parte Frontal. Conecta el procesador con los chipset puente norte y sur de placa madre. Actualmente, el FSB se está sustituyendo por buses más eficientes como el Hyper Transport (HTT) de AMD, que lo comenzaron a implementar los Athlon 64.

Memoria cache

Es una memoria de alta velocidad en la que el CPU guarda datos y cálculos intermedios temporalmente. La memoria cache se divide en varios niveles:
– L1: Su capacidad de almacenamiento suele ser escasa, pero su velocidad muy alta. Está dividida en dos zonas, una para instrucciones y otra para datos.

– L2: Tiene mayor tamaño que la L1 y se usa para programas.

– L3: Los bestiales Intel Core i7 y algunos AMD Phenom la implementan. Aumenta el rendimiento.

– L4: Se utiliza en procesadores de entornos profesionales y de servidor (ej: Intel Itanium).

Número de núcleos o cores

Actualmente existen en el mercado varios tipos de procesadores que según su número de núcleos físicos pueden clasificarse como:

– Monocore: Son procesadores de un sólo núcleo. Actualmente están en extinción, ya que los Dual Core y Quad Core están abaratando sus costos.

– Dual Core: Son procesadores con dos núcleos, por lo que funcionan muy bien en multitarea. Si la aplicación que va a correrse es capaz de usar ambos núcleos de forma simultánea para aumentar el rendimiento, se reducirá así el tiempo de proceso/ejecución de la aplicación.

– Tricore: Son procesadores con tres núcleos (como el AMD Phenom x3), en multitarea pesada o en aplicaciones desarrolladas para varios cores simultáneos, es donde se saca el mayor partido.

– Quad Core: Son procesadores con 4 núcleos. Sólo útiles si se hace uso de una multitarea intensiva, o bien si se utilizan aplicaciones que aprovechen todos los núcleos de forma simultánea.

Arquitectura interna

Define en gran medida el rendimiento final del procesador. Históricamente, la arquitectura de los Intel Pentium 4 (Netburts) supuso un cambio en la concepción de los procesadores de Intel, dando importancia a los “Ghz”. Posteriormente con los Intel Core 2 Duo/Quad (arquitectura Conroe), comenzaron a dejarse un poco de lado a los Ghz para centrarse en arquitecturas de alto rendimiento. De hecho, se puede decir que los Core 2 Duo/Quad son una evolución de los Pentium III core “Tualatin” y de los procesadores Centrino (Pentium M).

Los bits

Los bits de una CPU hacen referencia al número de bits que puede manejar a la vez. Esta característica sí que suele ser bastante representativa del rendimiento. Una CPU del doble de bits hace todo el doble de rápido que otra que sea idéntica pero de la mitad de bits. Sería como comparar la cantidad de cosas que pueden llevar dos personas, una de las cuales tiene cuatro brazos. Eso sí, todo depende de si una aplicación aprovecha o no éstas características.

Sin embargo, aunque casi siempre una CPU de 64 bits será más potente que otra de 32 bits, esto no es una regla incondicional. Una CPU muy optimizada de 32 bits que funcione a 3.8 GHz, podría fácilmente sobrepasar a una CPU de 64 bits no tan bien diseñada, y corriendo a 2.8GHz.