El próximo 20 de febrero, y muy al estilo de los demás gigantes tecnológicos, Sony ha convocado a la prensa y el público especializado para participar de una presentación sobre el futuro de PlayStation. Microsoft, por su parte, no ha fijado fecha para mostrar a la sucesora de su Xbox, pero se especula que no tardará mucho en anunciar su lanzamiento. Pero como también viene siendo habitual, las filtraciones sobre las características de las esperadas consolas ya inundan los foros y blogs, aunque con más preocupaciones que alegrías.
Xbox
Uno de los requisitos prácticamente confirmados de la nueva Xbox será una conexión permanente a internet para poder funcionar. ¿El motivo? La consola validará los títulos que se ejecuten en la consola y los vinculará de manera permanente al hardware de la propia consola y del jugador. Esto tiene como resultado que un juego, una vez activado en un entorno consola/perfil sólo podrá seguir utilizándose en dicho entorno. Con esto se busca acabar definitivamente con la piratería, pero al mismo tiempo se aniquila el mercado de juegos de segunda mano. Tampoco se podrá ya intercambiar juegos con otros usuarios, aunque estos sean títulos originales.
PlayStation
Al parecer, Sony patentó hace poco tiempo una tecnología similar a la de Xbox, que también ‘marcaría’ de manera permanente los juegos utilizados en una consola de manera tal que sólo pudiesen volver a usarse en ella. Sin embargo hay pocas evidencias, al menos entre los datos que se conocen hasta el momento, de que la PS4 lo incorpore. Lo que sí se ha sabido es que la intención de la nipona es convertir a su nueva PlayStation en el ‘centro neurálgico’ del entretenimiento en el hogar, algo similar a lo que, desde hace un tiempo, viene haciendo Nintendo. Fuentes vinculadas a Sony aseguran que la nueva consola podrá ejecutar muchas más funciones que sus antecesoras y por tanto su uso se extendería más allá del mundo de los videojuegos.