La nanotecnología es ya una realidad que no deja de crecer. Aplicaciones muy diversas se han visto incrementadas en pocos años por una tecnología que indudablemente revolucionará el mundo. La nanotecnología abarca el estudio, diseño, creación, síntesis, manipulación y aplicación de materiales, aparatos y sistemas a través del control de la materia en una escala de un nanómetro, aproximadamente una billonésima de metro.
Durante el 2009, esta tecnología comenzó a meterse rápido en los mercados electrónicos y de las Tecnologías de la Información, los cuales han empezado a incorporar las innovaciones en materia de microprocesadores y chips de memoria construidos mediante procesos nanométricos.
Actualmente, la tecnología se está extendiendo a todos los bienes manufacturados, con aplicaciones para la salud humana como biosensores, dosificación de fármacos en puntos muy exactos, o nanodispositivos portadores de medicamento para células cancerígenas (nanorobots).
De cosmética, tejidos y baterías
La nanotecnología ya está implicada en sectores empresariales tan diversos como el textil, el automovilístico o el de equipamiento electrónico. En la industria del automóvil, se emplea para reforzar los paragolpes, debido a su potencial para incrementar la resistencia y absorción de los materiales. También la emplean para mejorar las propiedades adhesivas de la pintura.
En el sector textil, existen ya productos con funcionalidades electrónicas tales como sensores que supervisen el comportamiento corporal, mecanismos de auto-reparación, abrigos térmicamente inteligentes y adaptables al clima y hasta lo más insólito: atuendos con acceso a Internet.
En cuanto al sector energético, la nanotecnología es clave en la fabricación de nuevos tipos de baterías con una duración mucho más prolongada.
Los cosméticos también tienen su beta, con aplicaciones contra las arrugas basadas en liposomas que transmiten los fármacos a través de la piel y polvos de maquillaje, que incluyen nanopartículas para modificar el reflejo de la luz, lo que impide apreciar la profundidad de las arrugas.
Computadoras que imitan al cerebro
Los científicos también están utilizando la nanotecnología para intentar construir computadoras que imitan el cerebro. La meta es crear sistemas informáticos capaces de emular la capacidad del cerebro de percibir, interactuar y pensar, creando una inteligencia artificial en sistemas autónomos.
Unos investigadores de nanotecnología en Francia han desarrollado un transistor orgánico de nanopartículas híbrido que pueda simular las principales funcionalidades de una sinapsis. Este transistor orgánico, ha abierto el camino a nuevas generaciones de computadoras inspiradas en el sistema nervioso y capaces de responder de una manera similar a éste. "Hemos demostrado que las cargas eléctricas que fluyen a través de una mezcla de un semiconductor orgánico y nanopartículas metálicas pueden comportarse de la misma manera que los neurotransmisores a través de una conexión sináptica en el cerebro", comentó Vuillaume Dominique, director de investigación del grupo de dispositivos y nanoestructuras moleculares.
"Esto ha impulsado recientemente la investigación de los dispositivos sinápticos a nanoescala", señala Vuillaume. "De hecho, las redes neuronales ya han sido desarrolladas y se han utilizado en algunas aplicaciones". Los circuitos informáticos conectados en redes neuronales ya son realidad.
En la electrónica, otra aplicación de la nanotecnología son las pantallas transparentes, para suministrar información interactiva en tiempo real, por ejemplo en el parabrisas de un auto, evitando así mirar hacia abajo, al panel de instrumentos. Las pantallas flexibles que se utilizan en el papel electrónico también son basadas en nanotecnología. Otra aplicación son los códigos de barra electrónicos y las tarjetas de crédito inteligentes, que incluyen un nanoprocesador que aumenta la seguridad de los datos almacenados.

