Franz Hoffman es el creativo que extrañaba las cartas escritas a mano por sus amigos cuando viajaba. La invasión de correos electrónicos y SMS, con su letra estándar y aséptica, desmotiva a los más apasionados por las comunicaciones afectivas. Inspirado en esto, decidió que crearía una manera de añadir un toque personal a la comunicación digital. Así engendró la idea de Fontself, una aplicación que permite trasladar la caligrafía del usuario a su actividad en Internet.

"Internet hizo que comunicar y publicar fuera extremadamente rápido y eficiente, pero hasta ahora era impersonal y aburrido, porque siempre estabas limitado a un número determinado de estilos de letra", explica Hoffman. Este diseñador gráfico suizo fundó Fontself junto a su amigo Eric Escher, programador informático, en el sótano de su casa de Lausana, al más puro estilo Sillicon Valley.

El resultado, todavía en versión Beta, ya permite a sus usuarios escribir mensajes de su puño y letra en Facebook, Yahoo Mail, MySpace y Netlog de forma totalmente gratuita y desde cualquier computadora, ya que la caligrafía se queda almacenada en un servidor. Hoffman reconoce que aún son necesarios algunos ajustes para hacer la tecnología más agradable, como en el caso de Facebook, donde los mensajes escritos "a mano" aparecen en un "player", y no a simple vista.

El proceso es sencillo y requiere unos 20 minutos, dependiendo de lo puntilloso que cada uno sea. Se imprime una cuadrícula con los caracteres del abecedario latino y se rellena a mano. Se escanea y se sube a la página de Fontself, donde el programa convierte cada letra y símbolo ortográfico en una imagen. A partir de aquí, el usuario puede realizar ajustes para alinear las letras, variar su tamaño o retocarlas. Aún así, "si tu letra es terrible, no puedes convertirla en una caligrafía maravillosa", bromea Hoffman desde California.

Además de los mensajes escritos del puño y letra del usuario, Fontself ofrece posibilidades infinitas para los más creativos. Cada usuario puede generar tantas caligrafías diferentes como desee, y utilizarlas según su estado de humor o la persona a la que se dirija. Puede incluso crear lenguajes secretos puesto que a cada tecla se le asigna un dibujo, un símbolo o un color cualquiera.

Los que menos imaginación y traza tienen también pueden registrarse en Fontself ya que la página ofrece decenas de estilos de letra creados por diseñadores o particulares que las han puesto a disposición de cualquier usuario.

"Esta tecnología tiene el potencial de cambiar totalmente la manera de ver y percibir Internet", dice Hoffman, porque "la elección de un estilo de letra u otro cambia el mensaje".

En un principio, la idea nació pensando en un público infantil y adolescente, de ahí que la gran mayoría de fuentes disponibles en la web tengan un toque juvenil. No obstante, cada vez son más los adultos que se apuntan a esta ¿nueva moda? Sólo unos meses después de su lanzamiento, la página ya cuenta con 20.000 usuarios que han empezado a utilizar su propia caligrafía "online".

El próximo objetivo es integrarse en las plataformas de Google y Microsoft por lo que su actividad se desarrolla últimamente entre Martigny (el Sillicon Valley de los Alpes suizos) y San Francisco.
Los escribanos de la Edad Media seguro que estarían orgullosos de estos dos jóvenes emprendedores.