El software Ushahidi está siendo utilizado para rastrear la ubicación de los sobrevivientes y de recursos como alimentos y agua. Los activistas de Internet se movilizan por Japón. Programadores y voluntarios recopilan información crucial sobre las ayudas y recaudan fondos de socorro. Apenas unas horas después que Japón fuera devastado por un terremoto y un tsunami en la madrugada del viernes, la gente se movilizó en línea para ayudar.

Sólo dos horas después de que el terremoto japonés tuviera lugar, voluntarios japoneses empleados de la Escuela Fletcher de la Universidad Tufts habían creado una versión de Ushahidi, el software que ayuda a la gente a compartir información durante una crisis. Ushahidi consiste en un servidor web y otros programas que permiten a cualquier usuario enviar información—a través de un teléfono móvil y de Internet—que seguidamente se incluye en un mapa. El portal dedicado a Japón, www.sinsai.info/ushahidi, se utiliza para identificar los lugares donde las personas pueden estar atrapadas, las zonas peligrosas que deberían ser evitadas, y el emplazamiento de suministros de alimentos y de agua potable.

Ushahidi fue originalmente creado para coordinar la información relativa a los disturbios que estallaron tras las disputadas elecciones de Kenia en 2007. Desde entonces la plataforma se ha utilizado para una gran variedad de situaciones, desde la difusión de información durante el terremoto de Haití en enero de 2010 a la organización de la remoción de nieve en Nueva York.

Casualmente, antes que el terremoto del viernes ocurriera, un grupo de voluntarios japoneses había estado trabajando con Ushahidi para prepararse frente a la posibilidad de un terremoto.

Desde Ushahidi destacan que, en el año transcurrido desde el terremoto de Haití, la plataforma se ha vuelto más sofisticada. Cuando ese desastre ocurrió, el equipo de desarrollo de Ushahidi cargó sobre sus propios hombros con la peor parte del trabajo. Este año, Ushahidi se ha utilizado para ayudar en Libia y durante las inundaciones en Australia. Para ofrecer soporte de emergencia a los voluntarios, Ushahidi ha creado un “grupo de trabajo de reserva” (personas de alrededor del mundo que han sido entrenadas, examinadas, y que están preparadas para ayudar con la cartografía de toda la información que entra cuando ocurre un desastre). Actualmente, el equipo incluye más de 300 voluntarios.

La inversión en tecnología de detección de terremotos valió la pena

Gracias a la tecnología de alerta implementada, los residentes de Tokio tuvieron 80 segundos de advertencia antes de que el terremoto golpeara la tierra a 373 kilómetros de distancia. Sin embargo las alertas de tsunamis tardan más tiempo en generarse, dando sólo pocos minutos de advertencia antes de que las primeras olas golpeen la costa.

Japón posee el sistema de alerta inicial de terremotos más avanzado del mundo, con más de 1.000 sismógrafos dispersos por todo el país. En conjunto, detectan temblores y permiten efectuar advertencias breves no sólo a los sectores vulnerables, como los ferrocarriles y los servicios públicos (para que puedan frenar los trenes de alta velocidad y apagar las líneas de gas), sino también al público a través de la televisión, Internet y los mensajes de texto. Los sismógrafos detectan primero las ondas P, que tienen longitudes de onda corta y por lo general provocan pocos daños, y calculan la ubicación del epicentro. Las ondas de mayor longitud y mucho más perjudiciales, las ondas S, vienen a continuación.