Los teléfonos inteligentes distraen a los conductores cada vez más, pero los investigadores esperan poder usar las propias características de los aparatos para conseguir que su uso resulte menos peligroso. Se ha creado una nueva tecnología de sensores capaz de determinar si el teléfono está siendo usado por el conductor o por un pasajero que proporciona la base para una nueva generación de aplicaciones que sirvan para evitar las distracciones.

Las investigaciones demuestran que solo con hablar por teléfono se multiplican por cuatro las posibilidades de choque; mientras que enviar un mensaje las multiplica por 23. Hace poco, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de los Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés), pidió que se prohibiera a nivel nacional el uso de teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos mientras se conduce y afirmó que estos eran un factor detrás de un número indeterminado de las más de 3.000 muertes relacionadas con la distracción al volante en las calles de este país en 2010.

Algunas herramientas que bloquean los teléfonos, como el servicio ofrecido por iZup que cuesta 20 dólares anuales, utilizan el receptor de GPS de un teléfono móvil para determinar cuándo se está usando dentro de un vehículo en marcha, envían las llamadas entrantes automáticamente al buzón de voz y retrasan la entrada de los mensajes de texto en su bandeja correspondiente. Algunas aplicaciones ‘modo conductor’ en el Android Market hacen cosas como cambiar la interfaz para que aparezcan menos botones y más grandes en la pantalla y limitan las aplicaciones disponibles a algunas como la navegación. Algunos operadores móviles también ofrecen servicios antidistracciones.

Pero todas estas aplicaciones tienen un tendón de Aquiles: se basan en detectar el movimiento del auto. Eso significa que, afectan no solo al teléfono del conductor, sino también a los de los demás pasajeros, presentes en un 38 por ciento de los viajes.

Investigadores de la Universidad Rutgers y el Instituto de Tecnología Stevens (ambos en Estados Unidos) están desarrollando una tecnología que determina si el teléfono está en la zona del conductor. El sistema usa el teléfono para conectarse con el aparato de música del coche vía Bluetooth y emitir unos pitidos inaudibles dentro del auto. El micrófono del teléfono los recoge y un algoritmo procesa la señal para calcular la posición del teléfono en el interior del vehículo.

“Queremos encontrar un término medio. Reducir la distracción de los conductores provocada por el uso del teléfono, pero dejar que el conductor decida si quiere usarlo o no, o hacerlo de forma más segura”, afirma Yingying Chen, ingeniero informático del Instituto Stevens de Tecnología. Chen ha colaborado en el desarrollo de esta tecnología. “Hemos unido todas las piezas para que, al subirte al coche, si la aplicación está instalada, ésta decida si eres el conductor o el pasajero”.