Watson, la supercomputadora desarrollada por IBM, “arrasó” con sus oponentes humanos en la tercera y última jornada de Jeopardy, el célebre concurso de preguntas y respuestas de la televisión estadounidense. En una contienda que muchos vieron como la última frontera para la inteligencia artificial ganó la máquina, que se mostró más “inteligente” que su propio creador, el ser humano.
El primer día del concurso había terminado con un empate: Watson había comenzado bien, pero se desinfló sobre el final y cerró con 5 mil dólares, la misma cantidad que Brad Rutter (el hombre que más dinero ganó en la historia del concurso, con 3,25 millones de dólares) y por encima de Ken Jennings (récord de victorias consecutivas en el show, con 74), que había acumulado 2 mil dólares.
En el segundo round, en la noche del martes, la computadora lució todo su potencial y terminó con 35.734 dólares, delante de Rutter (sumaba 10.400) y Jennings (4.800). Watson demostró un impresionante conocimiento sobre cultura pop, historia, medicina y arte. La enorme computadora, representada en el estudio de televisión por un monitor, supo reconocer a la narcolepsia, a un personaje del programa Saturday Night Live, a la segunda ciudad más grande de Nueva Zelanda, al fundador del Trinity College de Cambridge, los nombres de obras de arte robadas o a algunos tipos de enfermedades. No fue capaz, sin embargo, de identificar el retrato de Felipe II. En total, respondió 13 preguntas antes que sus competidores.
Anoche, en la tercera y definitiva jornada televisada por la NBC, Watson terminó con 77.147 dólares. En segundo lugar, bastante atrás, se ubicó Jennings, que tras una gran remontada cerró con 24 mil dólares, y tercero quedó Rutter con 21.600 dólares.
Por el triunfo en Jeopardy (programa versionado en todo el mundo que se emite desde 1964 en la televisión estadounidense), la computadora se hizo acreedora de un millón de dólares, que IBM prometió donar a obras de caridad. Jennings se quedó con 300 mil y Rutter, con 200 mil.
Pero a pesar de su triunfo Watson arrastra un problema: aún no es rentable. IBM está buscando cómo amortizar el costo del proyecto, que los expertos calculan en entre 100 y 6.000 millones de dólares.