Microsoft está haciendo un gran esfuerzo para empujar a sus usuarios a migrar a Windows 8.1. Y como su principal competidor es Windows 7, la empresa ya ha decidido poner fin a su comercialización. De forma oficial, desde el 30 de octubre de este año ya no es posible comprar Windows 7 por separado, aunque todavía es fácil comprar un equipo nuevo con la antepenúltima versión del sistema operativo de Microsoft preinstalada. La novedad es que a partir del 30 de octubre de 2014 Windows 7 ya no se podrá adquirir ni de manera independiente ni preinstalado en un ordenador. Después, a partir del 13 de enero de 2015, dejará de recibir soporte, por lo que los usuarios podrán seguir utilizándolo, pero bajo su propia responsabilidad. Windows 7 tiene actualmente una cuota del 46,64% mercado mundial.

Fuente: softonic.com