-Vamos a hacer un panorama rápido y general de lo que resta del 2009, en particular para la minería: ¿qué es lo que viene?
-Yo creo que la crisis indudablemente ha afectado al mundo, ha afectado al país y también esta actividad productiva. La inversión y los capitales se han retraído. El primer efecto lo vimos en Casposo, que vio retrasado su inicio, pero creo que en las próximas semanas retoma su actividad. Hubo también algunos retrasos en Gualcamayo pero por suerte creo que ha entrado en nivel. Y me parece que lo más importante que pasó es la nueva inversión en Veladero de un poquito más de 70 millones de dólares, que un poco ha tapado el resto de las cosas. Con dos grandes expectativas, que son Lama Pascua, que creemos que resueltos los problemas de impuestos para evitar las dobles imposiciones, está la posibilidad de que la empresa pueda decidir la inversión; y el otro tema es Pachón, que es otra inversión importante, otro rubro que es el cobre y nos transformaría en una provincia cuya primera actividad va a ser la minería sin dejar de lado las otras actividades productivas, como es el complejo industrial. Este año a pesar de la disminución de la cosecha de uva, de ser un año malo desde el punto de vista climatológico, es como que se ha enderezado un poco al final. Hoy hay precios aceptables tanto para el mosto como para el vino. Pero siguiendo con la minería, estamos en un año en que si Lama se resuelve, vamos a tapar todos los baches anteriores. Lo de Casposo empieza a hacerse, ya tienen la planta para instalar. Y creo que en lo que hay que trabajar y mucho en este 2009 es en sacar las dudas que pueda tener la sociedad con el tema de la actividad productiva minera.
-¿En el aspecto ambiental?
-En todos los aspectos. Porque vienen a hacer política a San Juan con esta muletilla. Vienen a San Juan cuando existe la posibilidad de definir un proyecto que estoy seguro que va a tener una influencia tremenda en la vida económica de San Juan, como es Lama Pascua. Yo les pido a los sanjuaninos que piensen esto: Lama Pascua son casi tres presupuestos de la provincia. Cada presupuesto provincial sirve para pagarles durante todo el año a unos 17.000 maestros, a unos 5.000 policías y a unos 17.000 o 18.000 empleados públicos. Imaginen ustedes la dimensión que puede tener esta inversión que es binacional. No es un tema menor. Es un tema de muchísima significación. Entonces vamos a tener que ponernos todos -y en eso les vamos a pedir ayuda a ustedes- para trabajar en este tema. No hay un solo caso comprobado ni de contaminación ni de todas estas cosas que se hablan. Porque se habla con una impunidad que por ahí preocupa. Confunden las cuencas: dicen que Veladero está sobre el Río San Juan, y las nacientes del Río San Juan está a 350 ó 400 kilómetros de Veladero.
–¿Y dónde se gesta esto?
-Yo creo que se gesta en intereses concretos. Porque hay muchos que creen que este es un camino para conseguir recursos. Hubo denuncias, hubo condenas en San Juan en este sentido, porque la extorsión ha funcionado y muchos otros quieren que funcione. Otros que tienen dudas sanas. Yo a ellos me ofrezco, porque si hay una duda nosotros cambiamos en el acto lo que podamos hacer. Y hay otros que tienen intereses ideológicos, que no quieren que se toque un paisaje, que no se haga un camino, un puente, una línea eléctrica porque modifican un paisaje. Yo los puedo respetar. Pero hay que pensar que el interés común está por encima del interés particular. Y hay que pensar que en el primer país del mundo, que es Estados Unidos, en el estado de Nevada, está la mina más grande que tiene Barrick. No estamos hablando de un país del tercer mundo. Hay pilas de lixiviación -yo las he visto- que están a 500 metros de una ruta nacional, que hoy están forestadas, con la remediación ambiental que ellos prometieron. A mí me parece que hay que trabajar mucho en esto para sacar dudas.
–Pero da la impresión de que las grandes mineras tienen una política muy restrictiva de comunicación…
-Tenemos que trabajar todos para hacérselas cambiar….
–¿Pero lo comparte?
-¡Pero lo comparto! ¡Y hay que hacérselas cambiar! Yo al que veo de buena fe, que tiene duda, le digo: “Mire hermano, venga, yo lo voy a llevar, yo lo voy a acompañar a ver la mina que quiera, que usted vea, que me diga”. Mire, yo me acuerdo de una gente que vino, que después actuó muy mal, de muy mala fe, fue con una gente nuestra de Policía Minera. Y los nuestros les decían: “Mire, ¿de dónde quiere que tome agua?”. Ellos indicaron dónde. Y después dijeron que estaba preparado… Porque el trabajo del minero no es un trabajo sencillo, es un trabajo duro, que por supuesto está bien remunerado. Y eso ha hecho posible un cambio en la estructura económica de San Juan. Porque la aspiración del sanjuanino medio hasta hace unos seis o siete años atrás era trabajar en el Estado: con un sueldo medio, un buen yerbeado a las 10 de la mañana, con un par de tortitas, con poco trabajo pero cumpliendo horario, ir a la casa, almuerzo, obra social, una buena siesta, una changa a la tarde. Hoy hay un montón de gente que se ha ido del Estado y que está en esta actividad, con sueldos tres o cuatro veces superiores. Ha habido un ascenso social importante. ¿Por qué nos van a prohibir -y sobre todo tipos de afuera, que no conocen- que nosotros tengamos este desarrollo? Yo le decía a la presidenta y le digo al que viene, y me gusta subirlos al helicóptero y mostrarles, porque no creen que el 80 por ciento es montaña. Y en la montaña no podemos poner soja, no podemos poner trigo, no podemos criar vacas… en la montaña tenemos que hacer minería. Y si no, yo le decía a la presidenta: “Te pongo 300.000 sanjuaninos en el conurbano bonaerense para vivir en malas condiciones”. Yo lo que necesito es transparencia y sinceridad en estas cosas. Porque además, como tiene algo que ver con el sensacionalismo, genera algunas adhesiones periodísticas también. Además hay toda una izquierda que para mí es bien paleontológica, bien arcaica, que también está con esta cosa. Porque es mejor que existan motivos de reclamo para perturbar, o para hacer algunas cosas, que buscar la solución en la actividad económica que genere trabajo digno, salario digno, que signifique ascenso social, que deje riqueza y que podamos nosotros usar esa riqueza para hacer justicia social. Erradicar 55 villas de emergencia, por ejemplo. Un poquito menos de la mitad se hizo con recursos provinciales. A mí me parece que hay que hacer un equilibrio, para que la sustentabilidad exista.
–Hay otro reclamo que se empieza a escuchar, de los empresarios locales prestadores de servicios mineros, que dicen que se están quedando afuera porque las grandes mineras están contratando firmas que vienen de otros países…
-Bueno, en eso vamos a jugar a fondo. En los impactos ambientales que nosotros hemos aprobado -que nosotros hemos aprobado, porque Veladero no lo aprobamos nosotros- ponemos expresamente que, a igualdad de precios, tiene que ser la empresa local, la mano de obra local y la gente local. Y eso lo vamos a hacer jugar a muerte. Porque así tiene que ser. Si no, bueno, hay formas para actuar. En eso coincido totalmente. Lo que no quiere decir… Porque ¿qué nos está pasando? Y lo digo con pena: una cabaña en Calingasta costaba, no sé, 50 pesos; ahora, como viene el cruce de Los Andes, vale 150 pesos. Entonces, tampoco eso. La vaca atada, no la puede tener nadie..
–¿Cambia algo para el tema minero el resultado electoral del 28 de junio?
-Yo creo que no. Y esperemos que no cambie. Yo creo que lo del 28 de junio tiene que ver con un modelo y con un apoyo a las cosas que estamos haciendo en San Juan. Es cierto que no es un apoyo directo al gobernador, no se vota al gobernador, pero sí se vota a hombres de carne y hueso, que hasta ahora vienen trabajando muy bien en equipo con este gobernador. Siempre se necesita en el parlamento gente leal, gente que no se dé vuelta y que se ponga al servicio de los intereses de la provincia.

