En el departamento Iglesia han quedado pocos agricultores, jóvenes, muchos menos. La minería paga mucho mejor y sino ser albañil genera un buen ingreso para el presente y en el futuro casi nadie piensa.

Por esto, buscando entre una población de agricultores más bien reducida es más fácil descubrir una figura de la talla de Juan Bautista Moyano. Él es nada menos que productor agropecuario a los 85 años de edad.

Sin ahorrarse sonrisas llegó manejando en su tractor para "llevar unos palos" en el carro y más allá de la sorpresa de la entrevista, las repuestas rápidas y una tremenda cintura para responder y evadir las preguntas difíciles enseguida se hicieron presentes con un "los".

"Yo nací en el paso San Miguel el 29 de agosto de 1926, a 25 kilómetros de El Encón, en 25 de Mayo, aunque mi padre se demoró unos días en anotarme porque había que hacer un día y medio a caballo para llegar al poblado y sacar la partida de nacimiento", consignó mientras mostraba orgulloso un cerdo enorme en un corral de una de sus tres hijas.

De madre pocitana y padre veinticinquenio, aprendió los oficios del campo "al lado de mi padre, éramos 9 hermanos en total. Dos de mis hermanas Marcelina e Iremia Moyano viven en los puestos todavía"".

"Con mi padre aprendí la cría del ganado. Criábamos vacas y ovejas que esquilábamos en noviembre. Además en aquella época estaba permitido la casa del zorro y el gato montés para vender su piel".

Pero el campo no fue su única actividad, es jubilado de Vialidad provincial y en su vida supo ser carnicero también. "Usted vio, las siembras son dadoras y castigadoras también" indicó con sabiduría.

Pero como todo productor, siempre guarda esperanzas "todo está en que continuemos. En que no nos quedemos y tomemos ideas nuevas", indicó.

Producir semillas

Juan Bautista lleva más de 60 años produciendo solo y actualmente es productor de semillas para Fecoagro como socio de la cooperativa La Iglesiana comandada por Guillermo Alonso.

"Estoy preparando 1,7 hectáreas para semilla de arveja acá en Rodeo, al lado del cementerio y en Bella Vista, donde tengo mi casa, estoy arando porque voy a plantar poroto vaina amarilla, también para semilla".

Explicó "nosotros hacemos simientes madres, no para consumo. Los ingenieros nos tienen cortitos y está bien porque hay que asegurar la pureza y germinación".

Los cambios en el pago

Consultado por la falta de agricultores jóvenes afirmó que "está bien que los chicos se vayan a ver y buscar nuevos horizontes y que ganen dinero. El problema en realidad es que los chacareros estamos mal. No nos va bien porque los números no nos dan. Hay productores que me prestan su finca con tal de que las mantenga".

"Uno no sabe qué decirles a los chicos. Los jóvenes deben ver bien qué rumbo van a seguir, porque por ahí le escapan y en realidad la actividad que eligen no tiene futuro", afirmó finalmente, agregando luego de un profundo silencio: "Mire, hay puesteros que no han salido nunca del puesto y les va muy bien, porque siguieron con la idea del padre".

Conversar con Juan Bautista es un honor, el honor de conocer a los fuertes que trabajan, mientras los débiles piden y los más débiles, simplemente roban.