Sin lugar a dudas el frío se hace sentir con más dureza para quien no tiene un techo dónde resguardarse. Eso lo saben bien quienes concurren al Refugio Proyecto Águila, que hace dos años funciona en la Villa del Pino, en Trinidad. Justamente Viviana Fornés destinó solidariamente buena parte de su vivienda para dar un lugar para comer y dormir, bajo estrictas reglas de convivencia, a quienes están en situación de calle. Pero no es suficiente, necesitan elementos y prendas para abrigarse.


Por eso, es que están pidiendo a quienes puedan donar, camperas, pulloveres, guantes, gorros y bufandas para varones, que son la población que allí asisten. "No solicitamos donaciones de ropa en general porque lo que hoy hace falta es abrigo. Esas prendas no sólo son de gran ayuda para quienes duermen en el refugio sino además para quienes no tienen lugar aquí pero pasan a buscar cómo soportar el frío', explica Viviana la dura realidad. Es que debido al aislamiento aplicado para enfrentar el coronavirus en lugar de poder convivir 6 y hasta 8 personas, actualmente sólo pueden pasar sus noches 4 varones. Aparte otros 5 hombres pasan a diario a buscar sus viandas. Sumado a un total de unas 60 bolsas de alimentos que arman y entregan por mes. 


"También nos hacen falta frazadas y estufas eléctricas porque se nos han roto las que teníamos', agrega la responsable del lugar.


Como este espacio subsiste gracias al aporte de particulares y de 25 bolsones de alimentos que les entregan del Ministerio de Desarrollo Humano -no tiene subsidios ni otra ayuda oficial- es que cada vez se vuelven más fundamentales las donaciones de alimentos no perecederos, artículos de limpieza (como cloro, detergente, bolsas de residuos) y elementos de higiene personal. 

  • Para colaborar: Quienes puedan ayudarlos pueden acercar las donaciones al refugio ubicado en Estados Unidos 1330 (s), en Capital o comunicarse al teléfono 02644031119.

Un pequeño aporte

Desde hace unas semanas, los varones que concurren al refugio empezaron a hacer pan casero para vender y así tener un ingreso extra. Ellos los amasan y los cocinan en un pequeño horno eléctrico con el que cuentan en el lugar. Los panes salen 50 pesos cada uno. Se pueden encargar o pasar a retirar directamente por el lugar, si es que tienen stock. Dependiendo el nivel de las ventas amasan por la mañana o por la tarde, según detalló Viviana Fornés.