Esta artista en recuperar muebles se define con un gran amor por lo estético, lo suyo fueron años de búsqueda y cuenta: "Empecé muy joven todavía soltera, todo comienza cuando acompaño a mi mamá a Buenos Aires a buscar unos muebles antiguos a San Telmo, porque iba abrir un negocio de biyouterie. Es en ese lugar donde me empecé a enamorarme del tema muebles y es cuando entendí como un mueble de estilo se puede integrar a un ambiente moderno. Ese negocio tenía una entrada como un túnel circular de acero inoxidable y las vidrieras, el arquitecto le incorporó muebles antiguos a ese estilo tan transgresor. Ahí comencé a descubrir de que el mueble antiguo, no siempre tenía que estar en una casa de estilo. Se podía sacar de ese entorno y ponerlo en otro lugar. En casa era la encargada de cambiar los muebles de lugar y de transformarlos y mi madre se entregaba. Los primeros en pedirme que haga algo, es la propia familia y tus amigos.
Estudié un año de diseño industrial y luego Arte, pero no terminé ninguna de las dos carreras. Luego me case tuve hijos y me dedique a mi familia. En otra etapa hice trabajos administrativos en una pre paga, hasta que me di cuenta que no era lo que me gustaba hacer. Es ahí cuando empiezo hacer algunos muebles chicos. Un día le restauré un mueble a una amiga que tenía negocio en el shopping Del Bono y el arquitecto del negocio Héctor (Toto) Muñoz Daract, le gustó el mueble que le restauré a ella. Entonces, comencé a trabajar con él, todos trabajos con muebles que los hacía en obras. Posteriormente quise incursionar en un taller para enseñar este oficio, pero luego enseñar unos años, me di cuenta que tampoco me gustaba. Después hice ambientación de eventos durante muchos años junto a mi tía Maruja Flores de Montilla. Pero el correr de una iglesia a un salón, no me terminaba de cerrar y me iba cansando. Es cuando decidí volver a los muebles porque disfruto pasar horas tratando de dejarlos nuevos. Llevo alrededor de 10 años trabajando en esto, entiendo que todas las etapas anteriores me sirvieron para descubrir que, dentro de lo estético, esto es lo que me hace feliz.
Me encanta y amo encontrar una pieza que alguien la iba a desechar, o que estaba muy cansada de verla o que estaba pasada de moda o deteriorada y poner mi creación para transformarla y lograr algo que no tiene nada que ver con el mueble original. Como amo el arte hago varios rubros, de repente reciclo pantallas de lámparas, pinto cuadros, entro dentro del mundo de la ambientación y también asesoro. Pero volviendo a mi tarea, muchos se preguntan, ¿qué es intervenir un mueble? Esto es modernizarlo bien sea respetando el estilo original o cambiarlo, según sea lo que el cliente pide. En pocas palabras es cambiarle la cara y darle otra oportunidad. Cuando llega a mis manos se toma el mueble y se ve en el estado en que se encuentra, inicialmente se hacen los arreglos estructurales de carpintería y luego se pasa a intervenirlo.
Las opciones de acabado o terminaciones hay una gran variedad y luego entra en juego la creatividad. Soy muy autodidacta, no soy de copiar tutoriales ni tuve maestros en mi tarea. Todo lo voy logrando de prueba y error, voy descubriendo y creando posibilidades y técnicas nuevas. De estas pruebas van saliendo opciones nuevas. Las opciones básicas son pátinas, decapados, envejecidos, etc. También se pueden incluir molduras, placas caladas con láser, entre otras más.
El mueble para mí es como un lienzo en blanco para el pintor que pinta su creatividad. Es igual cuando se empieza a pensar que se hace con ese mueble, cuyas posibilidades son muchas. De repente hay muebles que se han creado para un uso, por ejemplo, un ropero antiguo que sirve para guardar ropa, pero se puede transformar en un cristalero que estará en un estar. Es muy importante dónde va estar el mueble y el ambiente donde se lo incorpora. El trabajo es justamente la transformación, por ejemplo, sacar las puertas y colocarles vidrio, hacer estantes, etc. Recibo todo tipo de muebles y en realidad tiene que estar muy mal para que diga que no.
Las tendencias en decoración
Según el interiorismo actual marcan varios estilos, la claridad del escandinavo, el estilo natural y tranquilo, el boho chic, el rústico y acogedor, el industrial, los tradicionales y clásicos y el minimalista. Si bien en general hoy se puede llegar a usar más el estilo minimalista, este es bastante frío, entonces un mueble intervenido le da toques calidez a ese tipo de ambientación. Pasa por ese mueble que no tiene nada que ver con el estilo de la casa, que se transforma y se integra dando un toque especial y definido. Por ejemplo, muebles que se lavan las maderas oscuras, otros se pueden envejecer o realizar una aguada, estas son diferentes técnicas que se pueden emplear. Pero lo que se hace en definitiva es modernizar ese mueble. Esto es un trabajo artesanal y personal. Hay mucha demanda de esto porque la gente aprendió que un mueble intervenido se puede integrar y recuperar, es una opción muy buscada.
Materiales y costos
Tanto la materia prima, como productos y costos es un tema difícil en San Juan como en otros rubros también, debido a la situación en que se encuentra nuestro país. Muchos productos debo pedirlos a Buenos Aires, Mendoza y Córdoba. Encontrar los proveedores también es una ardua tarea. El tema costos hoy es lo más complicado, presupuestar no se puede ya que, al momento de la entrega, todo volvió a subir. Otro problema es conseguir gente que te ayude. Por esto me encantaría pensar mi negocio en grande, pero hoy es complicado. Si bien mi trabajo es unipersonal hay tareas que me limitan sobre todo a la hora de levantar o mover muebles, por esta razón es que necesito ayuda ya que a veces el cuerpo te pasa factura. Para dar un promedio de tiempo del trabajo de recuperación de un mueble, puede ser de una semana a diez días, según la época del año ya que en invierno todo tarda más en secar según los productos que se utilice. El costo de trabajo, sin tener en cuenta los arreglos de carpintería que no los incluyo en mí presupuesto, yo recomiendo un carpintero para que lo deje listo en su estructura. Recién ahí comienza mi trabajo por ejemplo una cómoda de medidas estándar para una habitación matrimonial, va desde los $25000 a $30000.
El mueble en mis manos
Más allá de todo esto, un mueble para mí es un producto muy personalizado, cuando alguien me trae un mueble y me da libertad de acción, es el placer total para mí.
La gente hoy se deja llevar mucho por internet para seleccionar lo que quiere en cuanto a gustos, pero por lo general lo que más piden es el decapado en blanco. Decapado significa levantar capas, es decir un mueble que está marrón lustrado o pintado, se pinta con un marrón africano y arriba se le da pintura blanca, se va parafinando entre mano y mano y después se levanta con lija y van saliendo las capas y queda algo de marrón a la vista. Entonces el aspecto es envejecido, decapado, gastado, es el paso del tiempo en esa pieza. Esto se utiliza mucho, porque de repente el blanco lo integras a un ambiente más moderno o minimalista, pero con el decapado se le da un toque especial.
El mueble es parte del sentido de mi vida, así como lo son mis hijos, lo más importante. Solo saldré de esto cuando mi cuerpo no me lo permita.
Lo que más me gozo es cuando el cliente me da libertad para crear, me encanta poner molduras, poner varillas talladas, hacer que me tallen en láser, que el mueble sea otro, todo antes diseñado en mi cabeza’.
Distintas técnicas









El Dato:
Instagram: vivi.flores.collado
Contacto: 264-4176565

