San Martín de Los Andes presenta numerosas opciones para desandar sus caminos en bicicleta. Circuitos cortos y largos que pueden combinarse con algún trekking, en los que suele descubrirse intensamente, toda la belleza de este refugio de la Patagonia. Así de simple. Esa es una carta fuerte de presentación para un destino turístico a prueba de estrés, para todos aquellos darse una escapada a un sitio paradisíaco para descargar las tensiones cotidianas.
La naturaleza de San Martín de los Andes abre sus secretos a todo aquél que sepa conquistarla, y no quedan dudas que el esfuerzo que demanda pedalear cuesta arriba por sinuosos circuitos tiene su merecido premio. Es que el imponente paisaje permite llenar los pulmones de aire puro, escuchar el canto de las aves y detenerse a contemplar maravillados el abrumador paisaje cordillerano.
Uno de los circuitos más atractivos y clásicos de la zona, es la ruta de los Siete Lagos. La misma no demanda mucha exigencia física y puede hacerse en cuatro días con toda tranquilidad. Sólo dos tramos proponen cierta dificultad: la salida de los lagos Lácar y Correntoso. La primera zona de acampe aparece al llegar a los lagos Falkner y Villarino -cercanos uno del otro-, poco antes de empezar el tramo de ripio. Allí se encuentran los campings agrestes, con parrilla y sanitarios. Otra opción similar, más adelante, es la del lago Espejo.
En materia de salidas cortas, una buena opción es el Circuito Arrayán -antigua traza del camino de Siete Lagos-, que puede realizarse sin problemas durante el día. De dificultad semejante, el circuito de la Pampa de Trompul brinda la posibilidad de conocer la comunidad mapuche Curruhuinca. También se puede llegar en bicicleta a los balnearios de Catritre y Quila Quina, ambos sobre el lago Lácar y cerca de la ciudad de San Martín de los Andes.
Si uno busca un desafío mayor el camino el Cerro Chapelco es el indicado. Comenzando por la ruta de Siete Lagos, se pasa por los desvíos a las playas Catritre y Quila Quina, siempre en subida y por pavimento. El ascenso, sin pausas, continúa tres kilómetros más hasta el Mirador del Pil Pil, un lugar ideal para tomar un respiro para disfrutar de una panorámica excepcional del valle del arroyo homónimo y los cerros circundantes. Un kilómetro más de ascenso lleva al empalme con la ruta provincial 19, de ripio, que lleva al centro de esquí.
El Parque Nacional Lanín ofrece circuitos menos transitados, ideales para disfrutar de la naturaleza casi en soledad. Antes de emprender una travesía dentro del parque hay que acercarse a la delegación más cercana para informar la cantidad de personas que la emprenden, el recorrido a hacer y la fecha de salida. También es el mejor lugar de información para conocer la habilitación y el estado de los caminos. Es que disfrutar de la aventura en plena cordillera hace que el visitante se saque la mochila del estrés cotidiano.
(Fuente:Lemot Comunicaciones, Municipalidad de San Martín de Los Andes).

