Aunque los platos salados suelen acaparar toda la atención en la preparación del menú de las fiestas, los verdaderos aplausos llegan a la hora de los postres. ¿A quién le quedan dudas? La realidad indica que si -como recomiendan Melina Huertas y Sebastián Páez, propietarios de la firma "Date el gusto”- los postres de Navidad y Año Nuevo vienen cargados de cítricos, frutos rojos, dulce de leche, chocolate por supuesto, masa de brownie y merengue italiano, el éxito estará asegurado.

Según la experiencia de esta pareja -en la vida y en la profesión- para terminar las fiestas la mayoría de la gente prefiere saborear un tiramisú, un cheescake y hasta una torta pirinea, sin desmerecer al tradicional clericó o la copa de helado con ensalada de frutas, porque resultan dulces frescos y perfectamente combinables con champgane o un buen vino.

Un detalle a tener en cuenta es que el postre, dadas las temperaturas a esta altura del año, debe permanecer en la heladera hasta el momento de servirse. Esto es así, especialmente para los que llevan cremas y chocolate.

"Los postres son muy rendidores, por lo que a veces resulta muy interesante ofrecer una variedad de postres, en pequeñas porciones para que todos prueben distintos sabores”, sugieren los chef que están habituados a armar mesas de postres y dulces para todo tipo de eventos desde que hace 3 años formaron su propia pastelería. Antes de eso, Melina -luego de ser casi Técnica Bióloga- estudió la carrera gastronomía en la Escuela Internacional Islas Malvinas de Mendoza, viajó a Europa, donde pudo aplicar sus saberes y a su vez aprender en cocinas de restaurantes españoles. Mientras que Sebastián pasó por el IGA y el instituto Arrayanes de Mendoza.