En general, a los sectores consultados, les cayó bien la designación del ingeniero agrónomo sureño Carlos Horacio Casamiquela como nuevo ministro de agricultura. Hombre de un perfil técnico notable, es graduado en la Universidad Nacional de La Plata, luego fue diplomado en Desarrollo Económico Local en la Universidad Nacional de San Martín y la Universidad Autónoma de Madrid.
Muy conocido en el Sur Argentino y en el INTA con sus vinculaciones directas e indirectas. De fuerte perfil técnico, tiene casi 40 años de carrera en el INTA. Allí, trabaja desde 1974. Fue director de la Estación Experimental Agropecuaria Alto Valle del Río Negro entre 1984 y 1990, hasta que asumió la Dirección del Centro Regional Patagonia Norte (Neuquén). Y luego pasó a desempeñarse en entre septiembre de 2003 y octubre de 2009, en el SENASA, donde fue vicepresidente.
Vuelve luego al INTA, en octubre de 2009 como presidente, cargo por el cual ejerce también la Presidencia de la Fundación ArgenINTA.
Se ha desempeñado en los últimos 4 de gestión en el valor agregado en origen, la innovación tecnológica, la soberanía alimentaria y la proyección internacional con mayor énfasis en la cooperación Sur-Sur.
Trabajó en la soberanía alimentaria, los productores de pequeña y mediana escala, como así también en el agregado de valor en origen, la agroindustria integral y la proyección mundial del instituto. Colaboró con el fortalecimiento del propio organismo en cuanto a infraestructura, equipamiento y profesionalización de sus recursos humanos, fueron sus prioridades.
Durante su gestión, con una mirada profunda sobre la articulación de los diversos actores del Estado y los organismos privados, Casamiquela mantuvo su vocación de promover el desarrollo integral del sector, para aumentar la competitividad de manera sustentable y con equidad social.
Todos los profesionales del agro, de la ganadería y de la industria que conocen a Casamiquela no dudan en que hará bien al sector, ya que seguirá con los lineamientos de alimentos sanos, suma de valor agregado, mayor industrilaización, uso racional de recursos naturales y mejora de recursos humanos en áreas básicas de desarrollo e investigación en Argentina.
