Bien dicen que nunca faltan los motivos. Poco más de cincuenta amigos fue los que reunió el matrimonio Mugnos-Morales en su quinta de Albardón, con el objetivo de saborear un locro criollo hecho por ellos mismos y para festejar fue lo de menos. El festejo fue la juntada de entrañables amigos agasajados por los dueños de casa.