La mendocina Claudia Quini fue presentada por el embajador argentino en Francia, doctor Aldo Ferrer, ante representantes oficiales de los países miembros de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), como candidata oficial a presidir dicho organismo multilateral.
En el marco de las reuniones de grupos de expertos y Comité Ejecutivo que se vienen desarrollando en París, Francia, por parte de la OIV, se está definiendo también la futura presidencia de dicho organismo que se realizará en junio próximo en Turquía, durante la Asamblea General de la OIV que dará cierre al Congreso Mundial de la OIV a realizarse en dicho país.
Con tal motivo, la semana pasada se realizó en la sede de la Embajada Argentina en París, la presentación oficial de la candidatura.
Quini, que es la primera candidata femenina a ocupar tal alto cargo en el organismo internacional, es en la actualidad subgerente de Investigación del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), y ha sido reconocida por la OIV como "Personalidad Científica Calificada".
Asistieron al encuentro celebrado en la delegación diplomática, el presidente y el director general de la OIV, Ives Benard, y Federico Castellucci, respectivamente; el representante oficial alterno de Argentina ante la OIV, licenciado Raúl Horacio Guiñazú; el jefe de la Sección Económica y Comercial de la Embajada, ministro Edgardo Malaroda; y los representantes oficiales de los países miembros de la OIV.
Las palabras de presentación, estuvieron a cargo del embajador Aldo Ferrer, quien brevemente destacó las virtudes científico-tecnológicas de la candidata en la OIV, su capacidad de negociación y búsqueda de consensos frente a potenciales controversias, y su influencia en la conformación de un equipo científico joven y participativo en la OIV.
También Ferrer ponderó la dilatada actuación de la experta en la vitivinicultura argentina, lo que llevó al Ejecutivo Nacional de nuestro país a postularla y consideró que "en la vitivinicultura mundial es donde mejor se han manifestado los efectos positivos de la globalización, habida cuenta que la misma se ha manifestado en un avance tecnológico cualitativo importantísimo basado en transferencia e intercambio de tecnología y conocimientos permanente a través de la OIV".
A eso, agregó, "debe sumarse que el vino es la bebida más controlada en todos los países productores, y abarcada en sus estudios interestatales -como en el caso de la OIV- desde todos los aspectos que hacen a su relevancia: calidad, tecnología, salud y seguridad, sólo por mencionar algunos".
Claudia Quini agradeció el honor que representa ser postulante y saludó la presencia de su ocasional contendiente a la titularidad del organismo internacional, el sudafricano Jan Booyen.
Formaron parte de la delegación argentina, Raquel Romano, Humberto Manzano, Georgina Losada, y Carla Aruani, todos ellos enólogos o ingenieros agrónomos.
Quini dijo que esta situación es producto es un reconocimiento al relevante lugar que la vitivinicultura argentina ha logrado en el mundo, a través de la excelente relación calidad precio de sus productos, a la participación activas en los principales foros internacionales, en este caso científicos-tecnológicos como la OIV, respondiendo a estrategias perfectamente delimitadas por el trabajo en conjunto del sector privado y el Estado Nacional.
La candidata argentina mostró su satisfacción por ser la primera postulante mujer a presidenta en la historia de la OIV, "por lo que desde lo personal, me pone inmensamente feliz".
Considero -agregó- que con mi postulación se puede resumir y proyectar el papel preponderante que en la actualidad lleva adelante la mujer en la vida pública y privada de la Argentina, mejorando las condiciones de vida y desarrollo de nuestra sociedad.
Por último, sostuvo que el punto más relevante lo constituye el hecho que la primera magistratura del país es ejercida por segundo período consecutivo, por una mujer, la doctora Cristina Fernández de Kirchner.

