Comenzó la cosecha del ajo blanco en Calingasta y se espera un buen calibre, aunque ingenieros y productores prefieren esperar la próxima semana para hablar más seriamente de romaneo.

Este departamento, con unas 500 hectáreas, es el principal oasis productor del bulbo de la provincia y por su especialización en el tipo comercial blanco, su mercado es Europa, EEUU y algo para Taiwán y otras naciones del lejano oriente.

Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO recorrió Tamberías y Barreal y dialogó con los productores Antonio Lloveras, Héctor Gallardo, Carlos Yanzón, Renato Rojas y Rudecindo Pizarro, entre otros productores.

La sanidad calingastina no tiene parangón y en cuanto al calibre (#) en la gira pudo observarse un predomino del tamaño 6, luego el # 7 y algo de # 5. Sorprendió mucho también la gran cantidad de # 8. La última campaña hubo mucho ajo calibre 6 (40%), algo menos del 5 y un poco del 7.

Los productores valoraron la importancia poder certificar el origen de su producto mediante la Indicación de Origen y poder agregar valor así en la zona, a donde esperaban la visita de compradores franceses en el caso de la firma Finca Gallardo. También indicaron su preocupación por la inflación de costos y el bajo valor del dólar. Según el INTA La Consulta U$S 10 mil es la estimación del costo de producción para la campaña que está terminando para una hectárea de ajo incluyendo buena semilla y U$S 15 es el costo por caja FOB Mendoza o San Juan.

Por ahora, nadie habla de precios, pero se sabe que ofrecen como mínimo U$S 0,80 el kilogramo en finca y ya hay incluso de U$S 0,95.

Nuestra provincia produce un 70% de ajo blanco y un 30% del tipo comercial chino o rosado. Este año en todo San Juan se plantó un 10% menos que la campaña anterior por la crisis hídrica. Unas 1.500 hectáreas lejanas de las 2.500 del promedio histórico anual.