Las tecnologías agropecuarias argentinas hoy se exportan al mundo. Pero en la sintonía fina de las políticas públicas nos falta afinar los instrumentos.


Si uno se para frente al siglo XXI y su carrera tecnológica no debe dejar de reconocer la velocidad con que se suceden los cambios tecnológicos, sociales, políticos, culturales y hasta antropológicos entre otros sucesos.


El sector agroindustrial lejos de ser espectador de estos cambios es protagonista de la historia y en ella, Argentina en general y San Juan no se quedan fuera, sino que participa aportando y exportando al mundo desarrollos de tecnología agrícola 4.0, biotecnologías y eslabones de la economía del conocimiento.


Y es que desde hace poco más de un siglo el mundo no cambia día a día y a velocidad creciente. De 2.000 millones de habitantes en 1950, hoy sumamos unos 7.000 millones y para el 2050 10.000 millones de personas ocuparán el planeta. Solo Argentina dispondrá de más de 55 millones de habitantes para esa fecha, muy arriba de los actuales 47 millones.


Esto implica innumerables desafíos ya que en el globo habrá 5 veces más habitantes que en 1950 que impulsarán la demanda de alimentos y la necesidad de ordenar los factores que explican este desarrollo urbanístico. 


Muchas naciones como China, India y el Continente Africano mejorarán también sus estándares de vida con un aumento de clase media con poder de consumo y modificación de sus dietas alimentarias de los granos y cereales a las proteínas animales y alimentos elaborados o semi elaborados de alto valor agregado.


China por ejemplo en 1978 comenzó la migración más impactante del planeta con la que se transformó en el actual motor económico del mundo seguida por India y desplazando a EEUU e Inglaterra entre otras naciones a segundos planos. A principios del pasado siglo el 90% de los chinos vivía en el campo. Actualmente el 49 % es poblado rural y para el 2050 se espera que el 75% viva en la ciudad. 


Pero la semana pasada en la primer nota de Suplemento Verde de Diario de Cuyo sobre los desafíos de vencer la pobreza, el hambre y la exclusión social en San Juan, Argentina y el mundo requiere de un coctel exitoso difícil de preparar y sostener: el del capital social para generar y administrar las tecnologías.


ESCASEZ

Los principales desafíos alimentarios de este siglo pasan por comprender y actuar en: 
*Un 95% del total de este crecimiento poblacional mundial se ubica en países en desarrollo, los mismos deberán realizar un esfuerzo importante para abastecer las necesidades alimentarias de su población.


*Los países desarrollados tendrán una tasa de crecimiento poblacional negativa.

*Se estima que los índices de consumo per cápita de alimentos que en ellos se registra continuarán incrementándose significativamente. Esta demanda creciente requerirá un aumento significativo de la producción a niveles más altos de productividad.

*La tendencia progresiva al deterioro de los suelos para la producción de alimentos aumentará la presión para mejorar sus rendimientos mediante la incorporación de tecnologías que eviten o detengan el deterioro del mismo.

*Las crisis hídricas y sequías extensas en el tiempo se mantendrán y desplazarán poblados completos.

*El aumento de la productividad se debe principalmente a la inversión en bienes de capital, que promueven y facilitan el salto tecnológico. Pero la radicación de inversiones y los aumentos de productividad están basados en las ventajas comparativas, derivadas de los recursos naturales, la estabilidad política y del clima. A través de estos dos factores las ventajas comparativas se transforman en competitivas. 

*Las regiones y países que cuenten con condiciones naturales beneficiosas para la explotación de agroalimentos tendrán un lugar destacado y diferenciado en la estructura global de producción.


CONCLUSIÓN 

Por todo lo expuesto, tres son al menos los desafíos para que Argentina capitalice el actual contexto histórico internacional favorable:


*La capacitación tecnológica y la integración del sistema educativo con las características de la producción son esenciales para mejorar en forma permanente la calidad del producto y la capacidad de innovar en forma continuada, que es una condición esencial para mantener competitividad en los rubros de mayor valor agregado.


*La calificación de los recursos humanos asegura el desenvolvimiento futuro de la tecnología y atenúa el peso financiero de su importación.


*En síntesis, la CONSTRUCCIÓN DE CAPITAL SOCIAL.



EN NÚMEROS

10  Mil millones de personas demandarán alimentos todos los días en el mundo y Argentina tiene una oportunidad.

Capital Social. Para el presidente del INTI Rubén Geneyro, la salida de Argentina solo se logra trabajando en red.
  • Desarrollo tecnológico: sólo se logra con capital social


San Juan fue sede esta semana de un encuentro regional donde las energías renovables, alimentos y gobiernos locales fueron protagonistas. Con motivo de celebrar en todo el país su 65¦ aniversario, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial INTI- reunió a distintos actores del sector público y privado de cada una de las regiones como parte de una agenda federal: en Cuyo, los ejes serán los sectores de las energías solar y eólica, la innovación en la industria alimenticia, y también el desarrollo productivo y tecnológico a escala local.


En este contexto Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO dialogó con Rubén Geneyro, actual presidente del INTI quien consultado por el proceso de reconstrucción de este organismo señaló: "Lo vivimos como una restauración del organismo y recuperar capacidades. INTI se había desmantelado y hoy hemos podido recuperar unos 800 trabajadores entre investigadores, personal técnico y de planta sumando unas 3.500 personas", consignó en relación a la escandalosa administración del organismo en el ciclo 2015-2019; agregando: "Hoy podemos invertir en su re equipamiento y en tecnologías de la investigación para volcarlo a servir al sector productivo".


"Esta semana trabajamos en San Juan con una mirada regional a todo Cuyo. Es parte del festejo de los 65 años del INTI como lo hemos planificado para cada región del país con la aplicación del pensamiento sistémico y estratégico", consignó afirmando "un gran componente de este evento es la articulación pública privada a través de Consejos donde se reflejan todos los sectores de la industria, cámaras empresariales, universidades y el INTA en definir las acciones estratégicas de corto, mediano y largo plazo". 

La robotización, agroindustria 4.0, digitalización industrial, energías renovables, economía del conocimiento y sustentabilidad son los grandes desafíos para Argentina.


TRABAJO

Geneyro llega a San Juan cuando Argentina exporta tecnologías agroalimentarias 4.0 al mundo pero le falta gasoil, azúcar y vidrio para producir y conservar alimentos. Al respecto destacó: "Tenemos muchos logros pero no son los más mencionados en la agenda pública y de información. Argentina vive una transición en términos energéticos y productivos donde los grandes vectores del despegue son la sustentabilidad, la transformación digital y la agroindustria 4.0. Y esta es la agenda de trabajo acá: la transformación digital y de sustentabilidad en la vitivinicultura junto al INV, la transición energética y la agenda verde, estratégica para conservar y ampliar mercados cada vez más exigentes".


Consultado del ¿por qué? eligieron esta provincia consignó: "Con este gobierno provincial venimos trabajando muy bien en esta agenda. Nos pareció muy importante seguir creciendo como INTI en la provincia y la región con mesas abiertas al desarrollo industrial".


El INTI fue creado en 1957 con uno de los pocos presidentes estadistas argentinos como el doctor Arturo Frondizi y para Geneyro "se pretendemos desarrollar un país, la salida no es individual. La salida claramente es sistémica y requiere de un rol de articulación de lo público con lo privado, con lo académico y financiero mediante la construcción de capital social para acordar las políticas públicas estratégicas que nos permitan exportar y liderar los mercados. Pero, debemos convencer a los empresarios que esto es posible. El mundo vive un momento propicio y único para Argentina".


"Hoy no podemos pensar en acciones individuales para crecer, sino de trabajo interinstitucional y a partir de ello por ejemplo, durante la pandemia, pudimos llegar a trabajar en conjunto para producir 29 de los 30 productos en Argentina, necesarios para controlar la covid-19".


LOS NÚMEROS DEL INTI

  • 5.039  millones de pesos fue el presupuesto inicial del Instituto a fin de investigar y desarrollar la industria durante el año 2021.
  • 9.147  pesos millones es el presupuesto incial para el presente año, sujeto a ampliación, en asistencia y apoyo al sector industrial argentino.
  • 3.500  son aproximadamente los empleados de este organismo en todo el país, entre investigadores, científicos y técnicos de extensión.