Los higos eran uno de sus preferidos. Sarmiento llegaba a pedirles por cartas a sus hermanas que se los enviaran a Buenos Aires o que le tuvieran higos en almíbar preparados para cuando llegase a San Juan de sus periplos y huidas por el mundo. El prócer por ser un referente, quizás, marcó para siempre con su gusto, esa costumbre tan arraigada en la provincia por estos frutos que, dicho sea de paso, encontraron en San Juan, tierra fértil y un clima propicio para su crecimiento.
De todos modos, vale tener en cuenta que los higos han sido considerados, a lo largo y ancho de la historia mundial, como un alimento exquisito y sagrado, exclusivo para las "divinidades griegas y romanas”, habidas de grandes banquetes.
María José Echegaray quiso aprovechar que ya quedan los últimos higos en pie -la temporada de esta fruta es corta ya que se inicia con el fin del verano y la llegada de los primeros fríos- para ofrecer una serie de recetas que los tienen como protagonistas. Aunque esta reconocida chef aclara que pueden consumirse durante todo el año si se opta por los higos secos que se consiguen en el mercado pero a un precio un tanto más alto que los frescos.
La profesional propone incluirlos en un menú, tanto en preparaciones gourmet como en sus recetas más tradicionales. "El higo es un fruto super versátil, que se adapta a opciones para una recepción o un coctel y hasta inclusive para acompañamiento de un plato principal como el chutney de higos, peras y almendras o el lomo con salsa de higos. Por supuesto también es un sabor interesante para postres y dulces. Es un gran protagonista de la cocina porque se puede comer al natural, en almíbar, en combinaciones agridulces”, asegura.
Este fruto de pulpa carnosa con pepitas de intenso sabor dulce, tiene algunas propiedades nutricionales: un alto contenido en agua lo que hace que su valor energético no sea muy elevado (80 calorías por cada 100 gramos), salvo los higos desecados que concentran muchos azúcares naturales, glucosa y fructuosa (que naturalmente tienen en su composición) y ni qué decir si se los pasa por almíbar. Fuera de esto, aporta fibras, tiene gran cantidad de hidratos de carbono pero escasez de proteínas y grasas, por lo que es un alimento interesante para quienes practican deportes intensos. Como todas las frutas, son ricos en vitaminas y minerales. El calcio y el potasio predominan en su composición, así como la provitamina A, vitamina C y vitaminas del grupo B, como la B1 y B2.

