En cada temporada de vacaciones las rutas se muestran con tránsito cargado. Todos con rumbo a los diferentes destinos turísticos. Claro que para emprender este viaje de placer en una movilidad propia es necesario un chequeo que permita conocer el estado general del vehículo. De esta manera se pueden evitar malos ratos e incluso accidentes. Algunos consejos para los viajeros, en especial para los primerizos que van a en su auto particular, son los siguientes:

* Motor: es lo primero que se debe revisar. Antes de salir a la ruta, hay que comprobar el nivel de todos los fluidos. Es aconsejable agregar líquido refrigerante al agua radiador, completar el del limpiaparabrisas, verificar el aceite del motor y cambiarlo si es necesario (esto depende, entre otros factores, de la cantidad de kilómetros recorridos). El líquido hidráulico y el de frenos deben estar en el nivel máximo y se recomienda llevar en el baúl una carga adicional para hacer frente a una eventual pérdida.

* Suspensión: es conveniente chequear su estado, sus anclajes, los amortiguadores, el sistema de frenos y el estado de las pastillas.

* Luces: comprobar el buen funcionamiento de todas las luces (altas, bajas). De posición, guiños, de freno o stop, retroceso y también de la chapa patente. Es recomendable, además, limpiarlas en forma permanente durante el viaje en zonas de arena, tierra o nieve.

* Alineación y balanceo: importantísimo para una conducción más cómoda y segura.

* Neumáticos: resultan fundamentales en la movilidad del vehículo y en la seguridad de sus ocupantes, ya que son el punto de contacto del auto con el suelo. Por eso, hay que comprobar que el dibujo tenga la profundidad suficiente (1,6 mm.) para que se adhiera a diferentes superficies. Además, es importante verificar el estado de las gomas y chequear que la presión sea la que sugiere el fabricante del automóvil. Y un detalle que a veces se pasa por alto: al hacer esta revisión, también hay que verificar la rueda de auxilio. Debe tener la misma medida o con alguna opción aprobada por el fabricante del vehículo. Es fundamental no combinar diferentes tipos, ya que esto puede afectar el manejo del auto y su estabilidad.

* Parabrisas: no debería tener marcas, picaduras o rajaduras que alteren la visibilidad del conductor. Las escobillas tanto del limpiaparabrisas como la de la luneta (en caso de tener), deben estar en perfecto estado.

* Equipaje: se debe tomar la precaución de que el peso sea distribuido correcta y equitativamente. En el baúl colocar los elementos más pesados lo más cerca posible del respaldo trasero y del piso, de manera de no alterar demasiado el centro de gravedad. Si con el baúl no le alcanza, puede utilizar el portaequipaje, que se ubica en la parte superior del vehículo. Es importante destacar que el portaequipaje debe estar cerrado y que en el caso de frenadas bruscas o maniobras imprevistas puede traer alguna complicación.

* Matafuegos: debe estar en un lugar de fácil acceso adecuadamente sujeto y cargado, balizas retrorreflectivas triangulares y un botiquín de primeros auxilios.

Ahora sí: ya está todo listo para salir a la ruta y disfrutar de unas buenas vacaciones en el destino elegido.

(Fuentes: carchecking.com.ar, Car One y del CESVI )