La Argentina tiene en cuenta las normativas internacionales sobre límites máximos de residuos en productos de origen animal.

Mediante el Plan Creha, el Senasa realiza el control de residuos e higiene de los alimentos para proteger la salud del consumidor y lograr, de esta manera, un estándar sanitario que asegure la inocuidad de los alimentos que importa y exporta el país.

La Argentina toma en cuenta para establecer los límites máximos de residuos (LMR) en los agroalimentos las recomendaciones/directrices del Codex Alimentarius, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), según indicó el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

Debido a que durante el segundo semestre de 2011, se produjeron algunos hallazgos de residuos de ivermectina en productos termoprocesados que superaron el LMR establecido por los Estados Unidos para productos con ese destino, el Senasa elaboró un informe detallando de los parámetros internacionales que utiliza su Plan Nacional de Control de Residuos e Higiene en Alimentos (Creha) para el monitoreo de residuos de ivermectina (antiparasitario endectocida) en productos de origen bovino tanto para la importación como para la exportación.

Además de indicar a que se debe la diferencia de criterios en los LMR establecidos por ambos países, el informe destaca que la mencionada sustancia - un producto de amplio uso en Argentina por su efectividad y fácil manejo en los rodeos bovinos está categorizada en el grupo III de medicamentos veterinarios expedidos con receta. Esta categorización la ubica en el escalón más bajo de toxicidad en cuanto a su impacto en la salud pública.