Al pie de la cordillera de los Andes, en el valle de Barreal, departamento de Calingasta, hace casi 18 años nace ‘De Mi Campo’. La empresa pertenece a los hermanos María Cecilia y Marcelo Zunino, con el orgullo de continuar y engrandecer el regalo de su padre Marcelo Zunino.
Allí donde el clima es excepcional en los meses cálidos y surcada por los ríos cordilleranos, arma un escenario con condiciones ideales para el cultivo. La cercanía de la montaña otorga un carácter único al sabor y color a los frutos y especias, debido a los minerales que le aporta al suelo. Es por esto que hacen de los productos extraídos de la tierra, especies únicas y exquisitas tanto en aromas como en sabores. La empresa De Mi Campo tuvo el honor de ser visitada por el Presidente el pasado febrero y por ello tuvimos una charla con Cecilia Zunino, titular de la empresa De Mi Campo SA, pionera en país en la producción de especias orgánicas y gourmet.
‘Haciendo un poco de historia, nuestro padre nos regaló este paraíso. Al comienzo teníamos alfalfa, con dos obreros alcanzaba, sabiendo que era zona ideal para hierbas aromáticas porque el suelo es en un 90% franco-arcillo-limoso, con una alta capacidad debido a nuestras fuertes aportaciones de materia orgánica. Gozan de una excelente salud, motivo por el cual no se detecta ningún tipo de enfermedad que lo aqueje. Comenzamos plantando orégano, estragón y lavandas. El resultado fue por demás alentador para armar una marca donde pudiéramos trasmitir todo lo que para nosotros significa Barreal. Así nace el nombre porque queríamos poder comercializar todo lo que producía el campo, ‘De Mi Campo’. Se decidió certificar la tierra y hacer todo orgánico, la OIA Organización Internacional Agropecuaria es nuestra certificadora, a los dos años logramos nuestra certificación.
Nuestra empresa se dedica a la plantación intensiva de aromáticas con un área de 20 ha de cultivo, 100% orgánico. Algunos de sus frutos son: azafrán, orégano, tomillo, estragón, lavanda, salvia, eneldo, toronjil, menta, anís, cedrón, romero, albahaca, cilantro, rosas, membrillo, pimentón, plantines de roble, producción de nueces y cebollín. La recolección se realiza a mano y la elaboración y envasado es artesanal. El disecado se realiza en camas metálicas de lecho de rejilla, en depósitos de alta ventilación y baja luminosidad.
Sin duda, el comienzo fue difícil, no sólo en materia financiera sino también en la parte económica y productiva. Cuando decidimos emprender sabíamos qué queríamos producir pero no dónde conseguir las plantas para poder multiplicar nuestra producción, habíamos visto muchos viveros, fincas y la calidad de los platines no era lo que deseábamos. Finalmente en pequeñas huertas familiares fuimos encontrando la calidad que buscábamos y así fue como de a pequeñeces fuimos logrando buena calidad.
Hoy estamos dedicados a multiplicar aquellas primeras simientes, lo cual nos llevó años de espera poder conformar la finca bajo una misma calidad de aromáticas.
Con respecto a las ventas, también fue otra tarea titánica, ya que no teníamos experiencia ni un producto que tuviera la presentación que lo hiciera vendible. Teníamos una calidad excelente pero un envase tipo sobre de cartón que era difícil de armar, llenar y aún más de vender.
En el desarrollo de la marca de los productos alimenticios, el packaging juega un rol fundamental, sobre todo si el propósito es exportar. El primer contacto con el producto es por los ojos convirtiendo el envase en parte importante del placer experimentado al comer. La idea fue crear una imagen reconocible y asociada al concepto de artesanal, de hierbas recién envasadas y de calidad Premium. De esta manera logramos posicionar a ‘De Mi Campo’ en la franja de productos gourmet.
‘Dos objetivos pudimos trabajar tanto el mercado interno, hoy el producto está en casi todas las provincias y en el mercado externo, las exportaciones crecen día a día. Algunos de los países son: Texas(EEUU), México, Módena (Italia), Roma (Italia), Los Ángeles (EEUU) y también expusimos en Sial Mercosur (Buenos Aires, Argentina), Anuga (Alemania), Biofach (Japón), seleccionado por la Jetro. Todo un gran desafío que nunca imaginamos lograr en memoria de mi padre Marcelo Zunino’.