El cambio se viene. Y San Juan no es ajeno a ello. La falta de mano de obra generalizada para todas las actividades del campo ha llevado a la búsqueda de la maquinaria como herramienta aliada para agilizar tareas y abaratar costos. Y ejemplos sobran. Desde estas páginas hemos dado un rosario de casos de implementos agrícolas, máquinas de un diseño más complejo y hasta herramientas finas para detalles muy delicados.
Hay casos como las automatizaciones, y de esto se trata, de galpones de empaques de uvas de mesa, que son históricos y marcaron algunas actividades, como es el caso de los cambios introducidos por el ingeniero mecánico Rodolfo Díaz Cano en las fincas de Ullum de la firma Agrobel; también este profesional realizó importantes avances en las maquinarias de la conservera Frutos de Cuyo y en Cepas Argentinas. Siempre buscando eficientizar labores, ahorrar mano de obra, energía e insumos.
Como ejemplos más cercanos, hoy brindamos -y como sencillo homenaje a quienes trabajan en esto como medio de vida, los casos de Fullana y el Grupo Gaudium, bien sanjuaninos.
Don Jaime Fullana, creativo metalúrgico local, hizo una sembradora automática de ajos adaptada al riego por goteo. Anteriormente creó una tradicional, más económica que las importadas, y siembra a dos caras.
Por su trabajo Fullana fue seleccionado para participar en Innovar 2009, siendo finalista en el certamen que organiza el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. Ahora, este trabajador incansable ha fabricado una sembradora adaptada para el riego por goteo. Esta sembradora tiene 1,6 metros de ancho de cama y presenta una tolva que alimenta a cuatro bocas separadas a 28 centímetros, el ancho justo para los surcos por donde pasaran las mangueras o cintas para riego por goteo. Es muy liviana, pesa menos de 250 kilos. Debe ser tirada por un tractor y el precio aproximado es de unos 45.000 pesos, mas IVA.
Y hace unos pocos días, hubo gran repercusión por la nota que brindó Suplemento Verde sobre la floreteadora de brócoli, que Molinos les encargó a los integrantes del Grupo Gaudium. Hicieron una maquinaria específica que separa tallos de flores, de esta crucífera. Agiliza el proceso y da seguridad a los operarios. Edgardo Galán, el ingeniero Leonardo de la Vega y Rogelio Toro, llevan varios proyectos nuevos además.
En pasos, la máquina en estado de reposo, tiene una tapa superior levantada, donde el operario coloca el brócoli, que es tomado de una cinta que es alimentada por un volcador de bins, en el cono que está por debajo de esa tapa; dicho cono tiene diferentes medidas dependiendo del tamaño del brócoli que venga del campo. Luego presiona dos pulsadores, y la máquina comienza con la secuencia electroneumática controlada por un PLC (controlador lógico programable). Baja luego la tapa superior que tiene un plato aprisionador para mantener el brócoli contra las cuchillas que están por debajo del cono donde se colocó la cabeza, estas cuchillas copian la forma de la parte inferior del brócoli para cortar solamente las flores del mismo, desechando los tallos. Cuando corta y deja sólo las flores, se levanta la tapa superior dejando las inflorescencias en el embudo. Posteriormente, las flores son volcadas mecánicamente a una cinta, para transportarlas hacia la siguiente parte del proceso.