Aunque la domesticación de los camélidos andinos como la llama y la alpaca data de siglos, es una práctica ganadera que tiene poco más de una década en el norte de Texas y que cada vez gana más adeptos.
Un artículo de la agencia EFE, el periodista José Castillo Castro revela que a principios de los noventa, las únicas alpacas o llamas se encontraban confinadas en zoológicos y eran importadas desde la región andina.
De los camélidos oriundos de Sudamérica, sólo la alpaca y la llama son domesticables a diferencia de la vicuña y el guanaco.
Además, fisiológicamente presentan un modelo de adaptación a las condiciones ambientales existentes, ya sea en las heladas alturas que constituyen su hábitat natural o en el cálido llano de Texas.
Debbie Presley es propietaria del establo Copper Hill Ranch, ubicado en Covington, a 50 millas al sur de Fort Worth.
Han pasado más de diez años desde que decidió cambiar la crianza de ganado vacuno por la comercialización de alpacas.
Su rebaño actual consiste en más de 30 de estos animales y decidió experimentar con los "camélidos del nuevo mundo" por la facilidad de su crianza y por el buen rédito y cotización que obtiene de la fibra (o pelaje) de estos animales.
"Son muy sociables y se adaptan a la convivencia con otros individuos de su misma especie y también con ovejas, vacas y hasta caballos", quien añadió que la fibra de las alpacas tiene características únicas para la industria textil.
"Es considerada la más fina del mundo y es muy cotizada por los diseñadores europeos, además de tener una textura bastante resistente", agregó.
Presley, de 57 años, tiene entre su rebaño dos variedades de Alpaca; Huacayo y Suri. La primera se caracteriza por tener una fibra corta, rizada y esponjosa que cubre casi todo el cuerpo. La segunda es sedosa, larga y muy brillosa.
Al igual que otros granjeros, trasquila a sus alpacas una vez al año, en primavera, y generalmente obtiene de cada animal hasta un mínimo de cinco libras de fibra.
"Las fibras son clasificadas manualmente de acuerdo a su finura según la cantidad de micrones", explicó Presley, refiriéndose a la unidad de longitud más pequeña que se utiliza en la fabricación mecánica.
La fibra de la alpaca, que tiene un alto grado de limpieza cuando se procesa, es utilizada por diversos fabricantes para confeccionar desde telas, alfombras y frazadas y hasta gorros.
Anne Heath, de 61 años y originaria de Fort Worth, es otra de las primeras ganaderas en el estado de Texas que se dedicó a la crianza de llamas. Todo empezó con tres animales hasta que se consagró por contar con uno de los establos con mayor población en la región.
"Llegué a tener alguna vez hasta 140 llamas y me invitaban a participar en competencias a nivel estatal y nacional", afirmó Heath.
Las llamas y las alpacas son polígamas y producen sólo una cría por parto. Su período de gestación dura aproximadamente de 340 a 350 días y usualmente son incorporadas al proceso reproductivo luego de alcanzar el año.
"Por eso mantengo a los muchachos (machos) y a las damas (hembras) separadas, bastante separadas", agregó Heath.
De acuerdo con la Asociación de Granjeros de Alpacas de Texas, hay 47 granjas que se dedican a criar estos animales en todo el estado. El valor de cada animal pueda alcanzar los mil dólares.
