Era más delgado y le gustaba remedar a un ídolo de los \’60, Palito Ortega. De ahí vino el apodo por el que todos lo conocen: "Palito". En realidad su nombre es Carlos González y su apodo se asocia a un restaurante de larga trayectoria en nuestra ciudad. Nació en el Pueblo Viejo, en Concepción, y acaba de cumplir sesenta y cuatro años. Está casado con Olga Marina Cecco (61) y tienen tres hijos: Natalia Elvira (35), licenciada en Marketing, casada con Facundo Cornejo y tres hijos, Máximo (13), Augusto (10) y Luz (5). Le sigue Marcelo Emilio (33), trabajando con su padre, chef y también licenciado en Marketing; casado con Carina Bózzola y tres hijos, Paulina (8), Catalina (5) y Emiliano (1). Por último, María Belén (30), estilista casada con Fernando Pol y un pequeño de tres meses, Mateo. La celebración fue en el hostal que lleva su nombre, en un almuerzo al que sólo asistieron amigos varones. Le encanta ver fútbol y cocinar para sus nietos en casa. Comenzó a los diez años como lustrabotas y vendedor de hielo para pasar al viejo Hotel Sussex, hoy Legislatura; como lavaplatos y mozo. Siguió en el Nogaró de barman y poco después, maitre. En el \’87 adquiere el Hostal de José y en la Libanesa, está desde el \’91. Si algo lo caracteriza es saber llegar a la gente con un servicio muy personal y calidad en los platos. Con su esposa comparte el placer del teatro, caminatas y los nietos.