Los empresarios sanjuaninos no solo tienen habilidad de supervivencia sino que, a lo mejor por su genética desarrollada en el desierto, han sabido ejercitar la creatividad para sobreponerse a los vertiginosos cambios del mercado.

Este es el caso de Tijeras Gutiérrez, creada por Juan y su hermano Rafael en 1951 y quienes hasta el año 1979 ejercieron la metalmecánica fabricando y reparando tijeras de podar juntos y desde entonces por separado.
El 13 de diciembre de 1997, titulábamos la historia de vida de Juan Gutiérrez Crespo como “El gringo de las tijeras”. Hoy sus hijos, desarrollan micronizadoras, atomizadoras, equipos de aplicación de herbicidas y espolvoreadoras para la viticultura, olivicultura y horticultura sanjuanina y del país.

Suplemento Verde de Diario de Cuyo visitó la fabrica de Marcial y Rafael Gutiérrez quien indicó que, “actualmente además de las tijeras, fabricamos pulverizadoras para aplicaciones en parral y herbicidas, las azufradoras, las atomizadoras y las fumigadoras para horticultura con barras de 12 o de 14 metros según la demanda del productor”.

DESARROLLOS

“Hemos finalizado recientemente la fumigadora hortícola de ajo y cebolla con 14 metros de barra, bombas italianas, cargador, eyector y caños de acero inoxidable para el líquido de curación. Los brazos son de 7 metros de largo de cada lado y totalmente articulados para evitar roturas”, indicó Rafael sobre este diseño local.
“Además cuentan con regulador de presión con doble salida a los laterales, filtro de bomba y filtros en cada brazo para evitar que se tapen los aspersores”, indicó el empresario agregando sobre su autonomía, “contamos con capacidades de 500, 1000 y 2.000 litros según las necesidades”.

“Fabricamos también pulverizadoras con ventilador para la parte de arriba o bien con turbinas o lanzas para los olivos y cítricos altos.

También desarrollamos las micronizadoras sin bombas y con cajas multiplicadoras y turbinas”. Agregó que “este tipo de máquinas requiere menor mantenimiento y no sufre problemas con las bombas por que simplemente no las tiene. Son muy efectivas para parral y viña”.

DEMANDA

“Este año se está notando mayor demanda. El año pasado se reactivó hacia fin de año pero ahora comenzamos en junio con los encargues de maquinas nuevas y para agosto con reparaciones de usadas” destacó Gutiérrez. “A medida que los viñateros van cobrando en las bodegas, se están acercando a invertir en maquinarias y eso muy bueno”, agregó. “Es lógico también este movimiento cuando hay recursos. El productor se prepara en junio y julio a fin de contar con las herramientas y maquinarias en agosto o setiembre, cuando debe comenzar con las primeras aplicaciones según el cultivo y como se presenta la primavera”. Esta actividad de fabricación de aplicadoras de diferentes agroquímicos, moviliza muchas otras industrias nacionales e importadas: “acá se fabrican gran parte de las máquinas como los tanques y la estructura.

Los picos y las bombas por ejemplo, son de origen italiano”. Otro desarrollo local son “las aplicadoras de herbicidas con sus campanas direccionadoras que evitan el efecto de arrastre o dispersión del producto por los vientos sobre la nube”.

Rafael y Marcial Gutiérrez conservan “la nota en el Verde de 1997”. Atrás, el último desarrollo.
Las máquinas aplicadoras de agroquímicos y tijeras de poda son fabricadas en
Trinidad.
Atomizadoras y micronizadoras de diferentes capacidades y equipos de aplicación de herbicidas conforman nuestra
oferta industrial”, indicó Rafael.

En Números


50 a 95 mil $ cuestan las pulverizadora hortícola desarrolladas por los hermanos Gutiérrez, según el tamaño. 


45mil $ cuestan aproximadamente las sulfatadoras fabricadas en Tijeras Gutiérrez de San Juan.