El 20 por ciento de los proveedores mineros ya reactivó sus actividades en el marco de la cuarentena. Este es el porcentaje de los 123 socios de 45 rubros diferentes que integran la Cámara Argentina de Servicios Mineros (Casemi), según datos de la entidad. El transporte de carga, pasajeros, mantenimiento edilicio, provisión de elementos de protección personal (EPP), fueron los primeros en incorporarse luego del parate. Algunos, como los prestadores de servicios de seguridad, siguieron trabajando bajo las nuevas exigencias sanitarias desde el inicio de las restricciones por el perfil de su actividad.

Recientemente se han incorporado actividades como indumentaria, carpas y químicos como la bischofita, que se utiliza en el control y mitigación de polvo y deshielo en caminos no pavimentados. Se estima que este proceso será paulatino y se irán sumando nuevos rubros en la medida que se vaya abriendo la actividad económica.

“Se ha ido reactivando y va a ser de a poco, un eslabón que se reactiva mueve toda la cadena de valor, por ejemplo, si se mueve el transporte necesitás de mecánicos y de repuestos, hasta de una gomería, es una cascada grande de movimientos”, explicó Alejandro Donna, director general de la Casemi.

La cámara participó a principios del mes pasado de un encuentro con el Gobierno provincial a fin de evaluar herramientas que permitieran paliar la tremenda crisis que se había generado por el freno económico. “La provincia fue la primera en sacar líneas de crédito subsidiadas para poder hacerle frente al pago de salarios o hacer frente a obligaciones contraídas, después vinieron las ayudas nacionales que podrían haber sido mayores aún, como poder decretar durante un tiempo el no pago de leyes sociales o de contribuciones nacionales”, puntualizó Donna.  

En cuanto a las perspectivas futuras, el directivo de Casemi dijo que habrá que tener paciencia y adecuarse a las actuales condiciones. En principio porque la vuelta al trabajo minero será progresivo, bajo protocolos sanitarios estrictos y con distancia social, lo que hace pensar que ya no habrá un Veladero que pueda reunir a las 5 mil personas que tuvo en algún momento, sino más bien a unas 2 mil hacia fin de año.

Por otra parte, destacó que será una etapa en la que los proveedores tendrán que prepararse ante el impulso que pueda generar la minería por la eventual recuperación de China, que movilizará la demanda de minerales industriales y, por tanto, una oportunidad para San Juan. “Los proveedores deberemos optimizar los recursos y ser más competitivos, esto es tener buenos costos y ser técnicamente buenos, la tecnicidad de tu trabajo te lo dan tus trabajadores”, dijo Donna. “Generar capacitaciones sobre oficios mineros en forma constante para exportar mano de obra capacitada fuera de la provincia, hay distancia social es cierto, pero la tecnología y la virtualidad han demostrado que se puede hacer”, concluyó.

  • ALFREDO VARGAS - Proveedor mecánico

“Cuando se anunció la cuarentena bajamos a toda nuestra gente de Veladero y al día siguiente Barrick me comunicó que los contratos quedaban sin efecto por razones de fuerza mayor”, recordó Alfredo Vargas, titular de Freddy El Taller SRL, la contratista de servicios de mecánica. La situación de Alfredo fue la de muchos en la minería y en otros rubros cuando se declaró el aislamiento. A partir de allí hubo un barajar y de dar nuevo que, por fortuna, los tiene hoy trabajando en su área nuevamente. La firma de Alfredo tiene 180 empleados de los cuales 50 trabajan en sus sucursales en la ciudad de San Juan y los 130 restantes brindan servicios en mina Veladero. El equipo hace servicios de mecánica para movilidades livianas como camionetas y equipos pesados como cargadoras y camiones fuera de ruta. El 13 de abril, cuando se habilitó el rubro, comenzaron a subir de a siete personas y al cierre de esta edición ya eran en alta montaña, 53. “Estimamos que si San Juan sigue sin nuevos casos positivos, en pocos días más tendremos al 80% del personal trabajando”, proyectó Vargas, quien destacó que la incorporación es paulatina en función de los protocolos sanitarios.

  • DANIEL CÁRCAMO - Prestador de seguridad

“Fue una sorpresa y tuvimos que cambiar nuestros objetivos porque comenzó a primar la salud de nuestra gente”, dijo Daniel Cárcamo, titular de Huarpe Seguridad y proveedor minero. Como a todos en la actualidad, quedó atravesado por el impacto de la pandemia. Para su firma el aislamiento obligatorio no significó un parate, ya que como servicio esencial pudo seguir trabajando y brindando sus servicios a mina Gualcamayo en Jáchal y Casposo en Calingasta (de momento fuera de operación). Pero definitivamente impuso una readecuación en cuanto a las dinámicas de trabajo de sus equipos. “Nos trajo aparejado una restructuración interna en nuestra empresa, creamos un comité de crisis”, explicó Daniel. La idea de crear un comité tuvo que ver con unificar las líneas de trabajo acordes a los nuevos protocolos de salud, a la vez de estar preparados ante cualquier eventualidad sanitaria que pudiese surgir en el nuevo contexto. Así, por ejemplo, el comité recibe en forma diaria y por correo electrónico un informe del estado de salud de los empleados. A su vez debieron reorganizar los grupos de relevo encargados de la seguridad de las minas.