La semana pasada, la prestigiosa consultora internacional Merrill Lynch pronosticó que el año próximo las commodities (materias primas) serían “más desafiantes”, lo cual, traducido, implica que viene un repunte de demanda y, por lo tanto, de precios. El gerente de la Bolsa de Comercio de San Juan (BCSJ), Jaime Rodríguez, coincidió con este pronóstico y expresó que el escenario beneficia especialmente a Argentina, “porque es un país productor de commodities, fundamentalmente alimentos, pero últimamente también metales”.
Rodríguez no vaciló al pronosticar un año mucho mejor que el 2009 que se está yendo. “Las expectativas hacia el 2010, sobre todo internacionales, y en alguna medida en el ámbito nacional, son muy buenas. Todos los especialistas y los informes que podemos leer, dan la pauta de que se estaría llegando al final de la crisis”, advirtió.
Sin embargo, el repunte tendría sus consecuencias. “Ya se está pensando en los efectos de una inflación por esta inundación de liquidez en el mundo. Estados Unidos, Europa y China han inyectado muchísima liquidez para lograr una fuerte reactivación de la economía. Si esto se logra, a partir del segundo y tercer trimestre del 2010, las commodities van a tener un fuerte rebote. A medida que las economías reales reaccionan hay más consumo de alimentos, de energía, de hierro, de materiales de construcción”, explicó Rodríguez.
El cobre, el plomo y el azúcar se duplicaron y el oro tocó un récord, informó Bloomberg, citado por Infobae Profesional. Un dólar más débil hace más atractivas las materias primas denominadas en dólares para quienes tienen otras monedas, agregó el reporte.
“La demanda de los mercados emergentes debería significar mayores precios el año próximo para las materias primas como el cobre y el oro, dijo Bill O’Neill, de Merrill Lynch, en una entrevista en Londres. El analista proyectó que el oro puede subir a u$s1.500 por onza en un plazo de dos años.
“En Argentina podremos ver aumentados los volúmenes de exportación de oro, por los proyectos puestos en producción”, explicó Rodríguez. Pero evidentemente habrá también una mejora de precios. A mayor demanda, los precios van a tender a subir. “No se ve tan claramente el panorama en energía y en agroindustria. Se ha sufrido mucho por la sequía, por la falta de agua. Es difícil que haya aumento de volúmenes exportados de soja. Y con respecto al tema energía, tenemos un déficit de inversión desde hace años”, añadió el gerente de la BCSJ.
El escenario se presenta favorable también para la recaudación fiscal. A mayor volumen exportado, por mayor cantidad de unidades o mayor cantidad de precios, mayor cantidad de retenciones. “Esto lleva a obtener un superávit fiscal en la medida en que el gobierno no siga haciendo crecer el gasto”, concluyó Rodríguez.