Esta semana que finaliza en el ámbito del vino celebramos la semana del Bonarda y en este contexto el Instituto Nacional de Vitivinicultura a través de su vice presidente, el ingeniero Hugo Carmona Torres, difundió un interesante informe sobre esta variedad en Argentina. Algunos de sus puntos principales son:

  • En superficie, Bonarda es la segunda variedad tinta plantada en la Argentina después del Malbec. Se considera que esta variedad llega a nuestro país a través de las corrientes inmigratorias de fines del siglo XIX, iniciándose su cultivo en la región de Cuyo.
  • Ha sido utilizada durante mucho tiempo en nuestro país como base de vinos tintos comunes por sus altos rendimientos por hectárea y su sobresaliente aporte de color.
  • Tiene gran aptitud para mejorar vinos de corte, especialmente con Malbec. Ante el descubrimiento de su potencial enológico, se reduce la producción por hectárea, logrando una calidad excepcional, por lo que comienza su desarrollo como varietal del cual se elaboran vinos de alta calidad.
  • Bonarda está presente en la mayoría de las provincias vitivinícolas de Argentina. En el año 2020 registró un total de 18.153 hectáreas cultivadas, lo cual representa el 8,5% del total de vid del país.
  • Respecto al año 2010, la superficie no ha variado, hay solo un 0,1% más de superficie de Bonarda que al inicio de la década (+26 ha), no obstante la tendencia indica que el total cultivado va disminuyendo desde el año 2014.
  • La provincia de Mendoza tiene la mayor cantidad de Bonarda del país, alcanzando en 2020 las 15.162 hectáreas (83,5%), seguida por San Juan con 2.210 hectáreas (12,2%). El resto de las provincias solo cuentan con 781 hectáreas (4,3%).