Los camarines y las canchas del San Juan Rugby Club fueron testigos de la amistad y la formación de estos tres jóvenes sanjuaninos que hace poco más de un año dieron vida a DAMS, una empresa local que realiza trabajos con los famosos y actuales drones.

“De alguna manera siempre estuvimos juntos, desde niños. Por más que estudiamos en escuelas distintas y dos de los chicos siguieron la carrera de ingeniería civil, siempre estuvimos muy cerca. Yo me interesé por los drones y fui a Estados Unidos a comprar algunos elementos y a entender específicamente de qué manera funciona esta tecnología”, explicó Santiago Azcona. Y agregó: “Una vez que pusimos esto en movimiento viajamos juntos a capacitarnos a Estados Unidos. Luego de interiorizarnos en la forma en que trabaja el primer mundo, compramos más equipamiento y ahora vamos a sumar tecnología que proviene de Australia y el Reino Unido”.

Por su parte, la experiencia que adquirió Alejandro Madcur al practicar aeromodelismo desde la infancia y su formación en ingeniería lo llevaron a profundizar los conocimientos junto con su amigo e ingeniero Joaquín Sousa. “Hace cuatro meses abrimos la oficina para concentrar las funciones y tener un espacio físico para el procesamiento de datos, que en esta actividad es la gran fuente de trabajo”, explicó Alejandro. Los jóvenes emprendedores indicaron que la minería requiere un nivel técnico diferente y elementos de tecnología de avanzada para los vehículos de vuelo no tripulados. “Empezamos a armar nuestros propios drones, a sumarle cámaras, a recopilar información con otros programas mucho más específicos. A su vez, todo el tiempo estamos capacitándonos porque es una tecnología que cambia y evoluciona día a día. Hoy en un foro podemos descubrir cómo quitarle peso a un drone y hacerlo más funcional, pero eso hay que implementarlo de inmediato, porque mañana ya puede haber otra mejora. Es un trabajo que requiere investigación diaria”, explicó Sousa.  

Actualmente la empresa DAMS dirige su oferta laboral a la inspección y exploración minera, a la agricultura y el control ambiental abocado a diferentes industrias. Siempre bajo el concepto de que los drones son elementos que están revolucionando la ingeniería y resulta indispensable estar a la vanguardia en materia de conocimientos.

“La gente y las empresas suele asociar la palabra drone a un cuadricóptero, pero el término es mucho más amplio y complejo. Existen muchas formas de vehículos no tripulados: aviones y aparatos terrestres que hacen recorridos de forma autónoma para recopilar datos”, explicó Sousa. Y agregó: “Básicamente tienen el mismo cerebro pero las utilidades cambian. El cuadricóptero tiene cuatro hélices, en cambio el avión tiene solo una, entonces el consumo energético es menor y puede recorrer más distancia, pero debe ir a una velocidad más alta. La clave está en que a estos aparatos se los puede adaptar para cualquier tipo de necesidad. Actualmente estamos con un proyecto para integrar censores metalíferos específicos a los drones para mejorar la prospección minera y de esta manera lograr exploraciones mucho menos invasivas”.   

Lo que se viene

Los tres integrantes de la empresa DAMS explicaron que uno de sus próximos proyectos es armar un vehículo de vuelo no tripulado que pueda generar varios mapas informativos al mismo tiempo. La intención es que en un solo recorrido pueda generar simultáneamente lecturas térmicas, geográficas y geodésicas. “Estos elementos están generando una revolución y muchos piensan que es un servicio caro, pero no lo es. En comparación con las labores tradicionales tienen mayor efectividad, porque es básicamente representar gráficamente la realidad”, concluyó Azcona.